[Opinión] Real Cartagena, el equipo de la desesperanza

Augusto César Puello Mestre
Por Augusto César Puello Mestre  - Codirector
4 min de lectura

A veces las mejores salidas son las más drásticas. Año a año nos trenzamos en la misma discusión, y resulta que para el grueso de los aficionados (no hinchas), sería mejor que Real Cartagena desapareciera y llegase otro equipo más competitivo a la ciudad. Sin embargo, quien es hincha de corazón, quien siente los colores y ha llorado con la camiseta puesta esta idea de sacar al equipo de la ciudad es una auténtica locura, o bueno, era una auténtica locura.

Con sorpresa hemos visto cómo desde los sectores más radicales de la hinchada cartagenera ha venido tomando fuerza la idea de traer otro equipo. La ineficiencia de la administración Rendón, la burla a la hinchada año tras año, la impotencia de ver que son los dueños y simplemente no lo quieren soltar, y hasta el apoyo recibido por el sector estatal, han motivado esta protesta, que a mi juicio, no tiene precedentes en la ciudad.

No hay que menospreciar el grito de la hinchada de Real Cartagena. Desde la tribuna de PrimerTiempo.Co, el único medio que al parecer ve con preocupación lo que ocurre en Real Cartagena, quiero invitar a la ciudad a no invisibilizar esta protesta y la propuesta de un nuevo equipo. Esto no es animadversión contra la familia o el señor Rodrigo Rendón, es que está más que demostrada la incompetencia de esta junta administrativa para sacar adelante, al menos deportivamente hablando, al Real Cartagena.

Si bien puede ser difícil, ejemplos sobran en el fútbol colombiano en los que la unión de un pueblo y sus autoridades, lograron extirpar de sus equipos de fútbol cánceres tan enquistados como la familia Rendón en Real Cartagena. Mencionemos al Cúcuta Deportivo, un equipo aún más histórico que «El Heroico», a quien el alcalde de la ciudad le negó el préstamo del estadio General Santander y lo mandó a jugar a Zipaquirá. Sólo pudo volver con un compromiso serio de cara a la hinchada y al proyecto. Allá mismo, años atrás, hicieron lo mismo con José Augusto Cadena, hasta que lo obligaron a vender al equipo.

Recordemos los itinerantes pero exitodos equipos de Antioquia. A las Águilas Doradas, famosas porque su dueño el señor Salazar aparentemente vende la sede del equipo al mejor postor, las sacaron de Itagüí y le apostaron a los Leones. Apoyaron el proyecto, les dieron condiciones dignas, invirtieron en un asocio con las divisiones inferiores de un grande como Nacional, y funcionó. Ahí están jugando en primera división.

En fin, quiero abrir los ojos de la empresa privada y de las autoridades, gobernador y alcalde de la ciudad. El futuro de Real Cartagena es turbio, no se ve nunca la luz al final del túnel. Una fuente cercana al equipo le dijo a este servidor que una empresa ofreció un dinero importante por Real Cartagena, pero que sus dueños no quisieron venderlo. Y entonces, si no quieren salir del equipo, si lo quieren mantener como su caja menor, pues cerremos las puertas. No juegan aquí a menos que construyan su estadio. Si alguien se atreviera a hacer eso, de pronto salen algo bueno, una nueva ficha o estos señores se animan a vender al equipo. Es hora de decisiones drásticas, es hora de tomar el toro por los cachos y decir de una vez por todas: con Cartagena no se juega.

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Cofundador y codirector de PrimerTiempo.CO. Comunicador social, periodista deportivo, 15 años de experiencia en medios de comunicación.