Luis Adolfo Payares | Especial para PrimerTiempo.CO
Giovanny Urshela está ratificando lo que hizo el año pasado, cuando aprovechó con creces la oportunidad que le dieron los Yankees, reemplazando a un jugador como Miguel Andújar que en el 2018 fue nominado al novato del año, con un promedio ofensivo de 297, conectando un total de 27 jonrones y 170 hits.
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Sin lugar a dudas, el dominicano tenía una proyección importante dentro del line up del equipo neoyorquino, pero su mácula era la defensa, en la cual no tenía la suficiente limpieza para atrapar los batazos en la esquina caliente. En total, fueron quince errores que cometió en el año 2018, convirtiéndose en el segundo antesalista con más errores en una temporada. En el 2019 participó en cuatro juegos antes de lesionarse y tuvo tres pifias, un porcentaje demasiado alto, que el general manager, Brian Cashman, no veía con buenos ojos.
En febrero del 2020 Brian Cashman, en una entrevista para el canal de televisión coast to coast CBS Sports, manifestó que Giovanny había sido “un regalo de Dios”, ya que pudo apoderarse de la antesala, donde en el 2019 tuvo un promedio ofensivo de 314, con 21 bambinazos (récord para un colombiano en las Grandes Ligas), 34 dobles, y empujando 71 carreras, para 171 hits. Unos números que garantizarían su seguridad en la alineación.
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Este año vemos un Gio más maduro, más enfocado en su mecánica del swing, con más seguridad con el madero, y con la confianza suficiente en la esquina caliente, demostrando mayor velocidad de desplazamiento y mayor solvencia, y limpieza en cada pelotazo que logra coger en los partidos que ha jugado hasta ahora.
En la serie contra Tampa que finalizó este domingo, se fue de 12-3, conectando tres imparables y teniendo tres bases por bolas. El cartagenero en el partido del domingo le hizo swing al primer lanzamiento de los pitchers de Tampa en los 4 turnos que tuvo. ¿Por qué?
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El coach de bateo de los Yankees, Marcus Thames, manifestó en un artículo en la Revista Forbes que el cartagenero tiene la facultad de descifrar los lanzamientos de los pitchers: anticiparse a eso es un prodigio. Bateadores como Altuve, Correa, Solano, tienen características y condiciones diferentes para esto.
El proceso de convergencia y divergencia que descifra el ojo en el lanzamiento es un ejercicio que se aprende desde temprana edad. Condicionar el ojo con el músculo de las extremidades superiores es una capacidad que se aprende y se ajusta cada cierto tiempo, dependiendo únicamente del estudio y de saber la forma de lanzar del pitcher contrario.
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No es casualidad que el cartagenero lo haya hecho: es una capacidad adquirida con entrenamiento, estudio día a día para ser un verdadero profesional del bateo. Gio será uno de los bateadores más estudiados de los Yankees en los equipos contrarios, ya que logra conectar cualquier lanzamiento, cuando antes la bola afuera lo dominaba.
* Luis Adolfo Payares es periodista deportivo. Hace parte del staff de transmisiones del béisbol de las Grandes Ligas en Telecaribe.
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