De sus últimos catorce partidos en condición de local, Real Cartagena solo ha disputado dos en su casa natural, el estadio Jaime Morón León, en el que no ejerce localía hace casi diez meses, situación que continuará -por lo menos- hasta octubre próximo. Los heroicos jugarán en el Romelio Martínez en la reanudación del campeonato de segunda división, mientras se terminan las obras en el «Nido Amarillo» (y mientras Rodrigo Rendón decide aceptar el canon de arrendamiento que establecieron en el IDER para el 2020).
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El conjunto auriverde apenas ha disputado dos juegos en territorio cartagenero en un año y dos meses. El estadio se cerró para refacciones después del empate a un gol ante Cortuluá el 2 de junio de 2019, y Real Cartagena no pudo jugar en el Morón todo el segundo semestre, salvo los últimos dos partidos: empate ante Fortaleza y ante Bogotá FC. De resto, jugó en Barranquilla.
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Después de eso, la DIMAYOR no aprobó el escenario para la competencia y se volvió a cerrar para la ejecución del plan de mejoramiento por parte de la Alcaldía Local 2 y el contratista Consorcio JM, plan de mejoramiento que aún no concluye. Por eso, los dirigidos por Nilton Bernal debieron jugar cuatro partidos en Magangué antes del parón por el COVID-19, y ahora se mudarán de nuevo, al Romelio Martínez.
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De todos los exilios que ha tenido el cuadro cartagenero en otras plazas, este es el más largo. Nunca Real Cartagena había pasado tanto tiempo sin jugar en el Jaime Morón León. En 2006 fueron seis meses en Sincelejo (desastrosos) por la remodelación para los Juegos Centroamericanos y del Caribe, y en 2011, apenas cinco meses en Magangué, por los arreglos para el Mundial sub-20. Muy probablemente se cumplirán quince meses en los que Real Cartagena solo ha jugado dos veces en su casa.