Por: Alejandro Mouthon Chamorro (@alejomouthon) – Especial para Cultura Primer Tiempo
Libertad, es un corregimiento al norte de San Onofre, en el departamento de Sucre, de unas 700 familias y once calles de barro. Resguardada por los verdosos cerros de Tigua, donde desde lo más alto es posible divisar el infinito del mar, las comunidades de Sabanetica y hasta la Isla de Barú, en el departamento de Bolívar. Cercada por el arroyo de Mambu, que nace en lo más alto de la montaña, la mayoría de su población es indígena y afrodescendiente.
Aquí, el destemple de los gallos y el campesino con su burro buscando el monte acaricia las mañanas. En las noches, las estrellas hacen de bengalas en el cielo para iluminar a un pueblo que carece de electricidad.
En 1997 los paramilitares del bloque Héroes de los Montes de María, bajo el mando de Rodrigo Mercado Pelufo, alias ‘Cadena’, se adueñaron de este territorio. Allí, a orillas del mar Caribe, en el triángulo compuesto entre los corregimientos de Rincón, Berrugas y Libertad, establecieron su campamento principal. Instaurando el miedo, y apagando los sonidos de sus tambores y tradiciones por más de siete años.
Luis Miguel Caraballo Estremor, -alto, delgado, locuaz, con una piel curtida por el sol y una mirada llena de sueños-, es una imagen de Libertad. Tiene 23 años y es el líder del Movimiento Artístico Afro-Música por los Montes de María, el cual fundó en 2006 cuando tan sólo tenía 12 años, como una iniciativa para el fortalecimiento y la reconstrucción del tejido social a través del arte.
“En el año 2012 mi familia y yo decidimos irnos a Cartagena. Hastiados de la violencia y en busca de nuevas oportunidades. Pero yo, sólo soporté año y medio en la ciudad. Regresé a Libertad, porque esa es mi tierra y allí quiero echar raíces. Con mi don, quiero ayudar a la reconstrucción de mi territorio y a trasmitir los conocimientos ancestrales que se están perdiendo”, cuenta Luis Miguel.
En San Onofre y sus corregimientos, los paramilitares ejercieron como únicas autoridades, sin oposición estatal. Establecieron un orden social regulando la vida afectiva, social y cultural. Tanto así, que los liberteños ni siquiera podían despedir a sus muertos en paz. El ‘Canto a las Maruchas’, ceremonia fúnebre de las comunidades afrodescendientes de la zona, fue prohibido por muchos años. Las balas del conflicto silenciaron estas tierras llenas de folclor como el bullerengue y la cumbia, cesó la melodía de la gaita y el retumbe de los tambores.
“Apenas a los 18 años fue que conocí la tambora. Yo no sabía que eso existía, la guerra acabó con todo y nuestros abuelos, por miedo, dejaron de trasmitir el conocimiento. Por tanto, la juventud tuvo que apoderarse de la cultura”, afirma el joven gestor.
La historia de Afro-Música y su ‘bullenrap’
En el mundo artístico, Luis Miguel Caraballo, es mejor conocido como ‘Ralan Pasi Pasi’, voz principal de Afro-Música. Este colectivo nace en 2006 cuando él y cinco jóvenes de su comunidad empiezan a cantar hip-hop y a escribir canciones contra la violencia y la corrupción. Sin embargo, su partida a Cartagena lo aparta de sus proyectos.
Tiempo después cuando esté inquieto muchacho, añorando sus entrañas, decide regresar a Libertad, lo hace con la total convicción de cumplir sus sueños. Entonando los siguientes versos:
“Hace años que me marché, pero hoy voy a regresar,
yo me voy para mi tierra que me ha de recordar.
Ay tierra querida, los Montes de María,
Yo me voy para mi tierra, los Montes de María.
Ay suenan tambores en los Montes de María,
Yo me voy para mi tierra, yo me voy para Libertad que me ha recordar»
A su retorno, este visionario del arte se dio cuenta que las tradiciones ancestrales de su territorio se estaban perdiendo. Eran los vestigios de la guerra. De ahí que, Luis Miguel y los integrantes de Afro-Música, como unos redentores de la cultura de los Montes de María, crean el ‘bullenrap’. La mezcla del bullerengue y el rap, -de lo tradicional con lo nuevo-. Con esta propuesta que busca integrar los intereses de las generaciones y clases sociales, los niños más pequeños se sienten atraídos por los sonidos urbanos y los de sus antepasados. Por su parte, los más adultos disfrutan de los ritmos que algún día los paramilitares quisieron silenciar.
Para ‘Ralan Pasi Pasi’, el ‘bullenrap’ es “una palanca sembrando arroz”. Una creación artística originaria de su comunidad que pretende mostrar la riqueza de su territorio. Eso que algún día intento marchitarse, hoy florece. El ‘bullenrap’ siembra la semilla que produce el fruto.
Desde entonces, ‘Afro-Música’ ha empezado a recolectar el fruto de su cosecha. “En nuestros inicios éramos solamente cinco personas, de verdad, poca gente creía en nosotros. Hoy son 38 jóvenes entre hombres y mujeres que se han vinculados a los procesos de danza, canto y percusión.
Ensayamos de lunes a viernes, de seis de la tarde a nueve de la noche; lo sábados recibimos visitas de las personas que quieren conocer nuestro proyecto o vamos a comunidades aledañas de los Montes de María a compartir experiencias. A veces practicamos en mi casa, pero nuestra sede es la calle, las calles del pueblo, donde interactuamos con todos, al frente de la casa de ‘fulano’ o de la viejita Petrona. Eso con el fin de que el pueblo se empape de lo que hacemos. Por eso, en Libertad ahora todos saben qué es el bullerengue, después de que nadie sabía ni lo que era un tambor”, dice ‘Ralan Pasi Pasi’ con tal alegría, que hasta comienza a comerse las palabras. Es la satisfacción del trabajo bien hecho.
BULLENRAP (Video Oficial) – Afro-Música en los Montes de María
Una expedición sensorial
El Movimiento Artístico Afro-Música, se hace cada vez más fuerte, hoy su propuesta es un ejemplo de recuperación de la memoria y su música pone a bailar a los colombianos.
Gracias a ello, han recibido apoyo por parte del Ministerio de Cultura, para la formación en el fortalecimiento de sus manifestaciones culturales y producción musical. Mediante el programa ‘Expedición Sensorial por los Montes de María’ implementado desde 2016, el cual busca revitalizar los saberes y procesos culturales de los colombianos afectados por el conflicto armado a través de la reconstrucción del tejido social.
“Si Expedición Sensorial, no hubiese llegado a Libertad; nuestro proceso y el ‘bullenrap’ no fuese tan conocido. Estuviésemos aún, trabajando sólo con gente de nuestra comunidad. Hoy aportamos a la reconstrucción del tejido social de todo un país”, explica Luis Miguel.
Afro-Música se ha convertido en una tabla de salvación para esta comunidad, que se atreven a afirmar, -sin dudar-, que las vacaciones ya no existen en el pueblo de Libertad. “La construcción de una cultura de paz no amerita descanso. Muchos menos en estos tiempos en que la violencia ya no parece estar en las montañas, sino en los barrios, en la salas de la casa”
Además, Luis Miguel, agrega que: “el mayor aporte que hizo Expedición Sensorial a estas comunidades fue el apoyo constante para brindar herramientas, a fortalecer el conocimiento, a hacer reencontrar la población con otras poblaciones y con ellos mismos. La gente entendió que desde lo sensorial es de donde partimos para reconstruir nuestra memoria”.
La Garganta Me Duele [ Afro Musca En Los Montes De Maria – AFM ] Generacion T
La Libertad
Los Montes de María, tierra de montañas verdes y ceibas milenarias, se ha ido sacudiendo del embate del conflicto armado gracias a su fuerza cultural. Los tiempos de guerra han quedado atrás. Con voz entusiasta, Luis Miguel cuenta que actualmente en su comunidad hay más de 10 tamboreros, cuando no había ni un solo. “¡El que toque ahora un tambor allá, no lo deja de tocar más!”, exclama. De repente, como una experiencia liberadora comienza a cantar una de sus canciones:
“Mamá, los muertos, mamá, los muertos
Me empujan cada noche sus recuerdos.
Yo escuché los gritos, yo escuché los llantos
Yo escuché los llantos, yo escuché los gritos.
Llora compañera, llora sin cesar
Llora que tu negro, ya no vuelve más.
Vete de tu tierra, tienes que marchar
Vete que la vida te van a quitar
La fuerza de los negro se hizo revelar
El día que ese pueblo se hizo liberar”
La gaita, la tambora y el bullerengue han vuelto a retumbar con su nuevo aliado el rap para recordarle a esta comunidad que viven en Libertad.