José Nájera: el guerrero de las mil batallas en Real Cartagena

Columnista Invitado
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Jonathan Jimenez Hernandez | Especial para PrimerTiempo.CO

Un descenso a la Primera C, cuatro a segunda división y solo un subcampeonato en el profesionalismo hacen que a su corta historia sea Real Cartagena uno de los equipos más sufridos en el fútbol colombiano. Desde su fundación el club ha tenido más tristezas que alegrías.

Es cierto que el equipo cartagenero aún no ha logrado ningún título en el profesionalismo y es el equipo con más descensos en el país, esto a causa de los malos manejos de algunos directivos. Nada que discutir. También es verdad que por el plantel han pasado grandes jugadores del país, aunque sin éxito y son pocos los que de verdad han vivido la única época buena que tuvo el equipo, pero también el flagelo de las malas campañas.

Uno de esos es José Manuel Nájera Ríos el guerrero de las mil batallas de Real Cartagena. ¿Porqué? Sencillo, el volante de creación hizo parte del equipo que logró el subcampeonato en el año 2005 ante Deportivo Cali, también estuvo en una de las peores campañas del plantel en el año 2006 donde el equipo jugó en Sincelejo. Sufrió el descenso en el 2007, pero en 2008 con una camada de jugadores cartageneros regresaron al equipo a la primera división, lugar de donde nunca debió salir el equipo.

Fue uno de los pilares para que el equipo en el año 2009 no solo evitara perder la categoría, sino también lograra la clasificación a los octagonales del fútbol colombiano y regresó en el segundo semestre del 2012 para evitar que el equipo descendiera, pero, infortunadamente y como se ha vuelto costumbre se perdió la categoría y sí que le ha costado regresar a la A.

Los anteriores son motivos más que suficientes para ratificar que si hay un jugador que se aguantó en Real Cartagena los buenos y malos momentos del club es José Manuel Nájera, el eterno 10 del equipo de los cartageneros.

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El talentoso mediocampista habla de su paso por el conjunto ‘heroico’ ascensos, descensos y anécdotas de cuando vistió la camiseta del cuadro bolivarense. Además, Nájera Ríos habla del presente del equipo y no descarta la posibilidad de algún día volver a vestirse de amarillo y verde.

¿Cómo fueron en sus inicios?

Yo comencé con el equipo en el segundo semestre del 2005 con el profesor Hernán Darío Herrera y gracias a Dios tuve la oportunidad de salir subcampeón del Torneo Clausura a mi corta edad. Recuerdo que debuté en la ciudad de Barranquilla en un partido que Real empató 0-0 ante Atlético Junior.

Su debut se da en el 2005, pero es en el 2007 donde logra tener mayor continuidad, ¿no?

Así es, en aquel entonces habían varios referentes como era el caso de Ómar Pérez, Oswaldo Mackenzie y otros jugadores que venían haciendo las cosas de la mejor manera, pero me fui ganando mi puesto en el plantel con el trabajo. Desde que me dieron la confianza tuve una mayor regularidad y Hernán Darío Herrera siempre me convocó en la mayoría de partidos, lo cual fue muy importante en mi carrera.

En aquel entonces el equipo tenía una nómina bastante competitiva, incluso para pelear en los puestos de arriba, pero se descendió. ¿Qué pasó?

En 2007 teníamos un gran plantel, pero las cosas no se dieron. Hicimos un gran esfuerzo por mantener la categoría, pero no nos alcanzó. Recuerdo mucho de ese año que marqué mi primer gol como profesional y fue de tiro libre al Deportivo Pasto en el último partido de Real Cartagena en la A ese año y nos despedimos con un 3-3. Partidazo.

Hablemos un poco del 2008, porque el equipo ascendió de manera inmediata. ¿Cómo fue el camino para lograr ese objetivo?

El año 2008 lo iniciamos con Hernán Darío Herrera, pero infortunadamente no se nos estaban dando las cosas y faltando cinco jornadas el profe dejó de ser el técnico de Real Cartagena y asumió como entrenador Hubert Boderth. Él con su trabajo le dio confianza al equipo y ganamos todos los partidos que faltaban. Sin embargo, no nos alcanzó para clasificar en el primer semestre del año.

Pero, en la segunda parte del 2008 el plantel ratificó esa confianza que se había tomado en el último tramo del primer semestre y para la alegría de los que somos hinchas de Real Cartagena logramos el ascenso.

En 2008 es un año inolvidable, fue bonito todo lo que se vivió. Teníamos muchas cosas en nuestra contra, una de las más recordadas fue la derrota 6-0 ante el desaparecido equipo de Academia de Bogotá. Ese resultado nos obligaba a ir a ganar en una plaza difícil para el jugador costeño como lo es Tunja, ante Patriotas nos jugábamos un paso definitivo para lograr el tiquete a la final. Ese partido también es muy recordado porque pasó de todo. Ganamos 1-0, pero, botamos un penal, el juez lo repitió y allí el balón si entró.

Con ese partido prácticamente aseguramos nuestra clasificación a las finales, donde sí era mano a mano y logramos el anhelado ascenso con los ‘Pura sangre’.

Hablaba usted de que en aquel entonces que el equipo tenía muchas cosas en contra, ¿cómo hizo el equipo desde la parte anímica?

Afortunadamente en ese entonces teníamos un psicólogo que se llama Javier Díaz Granado. Él nos ayudó bastante en el tema de tenernos confianza y sin duda alguna fue pieza importante en el ascenso de ese año. Con él conversábamos antes y después de cada partido.

¿Recuerda el 8 de septiembre de ese 2008?

Claro, cómo olvidar ese día. Siempre lo recuerdo como si fuera ayer. El balón lo tenía Marlon Barrios, tiró el centro, yo paré el balón con el pecho, estaba de espaldas al arco, pero se dio la jugada y me inventé ese chilena. Ese día le ganamos 1-0 justamente a Academia, de Bogotá.

Por como se dieron las cosas, ¿el ascenso con Real Cartagena en 2008 es su mayor logro como futbolista profesional?

Por lo que se vivió ese año, es una de las cosas más importantes de mi vida, pero creo que lo que hicimos en el 2009 cuando regresamos a primera división también fue importante, salvamos la categoría y pudimos meternos en los cuadrangulares.

En el 2009, el equipo hizo una buena campaña, pero seguía estando comprometido con el descenso en las últimas fechas, hasta que se dio el incidente en Pasto. ¿Qué recuerda de ese partido?

Ese día íbamos perdiendo 1-0 y el equipo se había volcado al ataque para lograr el empate. En una jugada de tiro de esquina fue Mario Tapias a cobrarlo y le arrojaron una moneda en la cabeza y la verdad, eso fue algo mandado de Dios, porque estaba muy complicada la situación y pudimos ganar el partido por falta de garantías y por ende eso fue determinante para alejarnos definitivamente del descenso, pues ya dependíamos de nosotros.

Daba gusto ver jugar aquel equipo, tanto así que logró la clasificación a los octagonales ganando sus últimos partidos en los últimos minutos, ¿no?

Sí, en ese año la mayoría de partidos los ganábamos cuando estaba por finalizar el partido. Nosotros le llamábamos el minuto de Dios. Gracias a Dios logré marcar muchos goles que efectivamente nos dieron los tres puntos en más de una ocasión. Ya en los cuadrangulares el equipo perdió esa confianza que tenía y no nos fue muy bien y si mal no recuerdo terminamos de último en el grupo B, el cual compartíamos con Medellín, Junior y Pereira.

Nueves fechas de invicto tuvo el equipo en el primer semestre del 2010, pero una vez se perdió el primer partido el equipo se fue en una curva descendente. ¿Qué pasó?

Fue muy raro todo, porque arrancamos muy bien. El equipo sabía para donde quería ir, pero, cuando perdimos 3-0 con Pereira el equipo se cayó anímicamente. Tratamos de recomponer el camino, pero no se nos dio y ni siquiera pudimos clasificar a las semifinales de aquel entonces.

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Justamente, antes de perder el invicto golearon 3-0 a Junior en Barranquilla. ¿Cómo se vivió antes y después ese partido?

Fue una noche única, la verdad. El equipo hizo un gran trabajo, un excelente partido y lo más bonito del fútbol es que el trabajo se vea recompensado con triunfos. Aquel partido fue perfecto y cuando íbamos al camerino los hinchas del Atlético Junior nos aplaudieron y eso fue muestra de que se jugó bien y que nos ganamos el respeto ese día en Barranquilla.

¿Fue cierto que estuvo cerca de jugar con Atlético Junior?

Sí, todo estaba prácticamente listo, pero hubo diferencias en el tema económico con las directivas.

En 2012 el equipo volvió a descender, ¿cómo viviste esa nueva pérdida de categoría?

Yo en el primer semestre no estuve. Volví en el Clausura con ‘Germán ‘Básilico’ González, después él se fue y volvió a tomar las riendas Hubert Boderth. Ese equipo jugaba bien, corría, pero cuando las cosas no están para uno, no están. Hicimos todo lo posible, generábamos opciones, teníamos un muy buen equipo, pero nos faltó gol y eso nos pesó para poder salvar la categoría.

¿Ustedes como jugadores qué sentían al ver la cara del hincha?

Nos daba vergüenza, tristeza, porque Cartagena es una excelente plaza que no se merece estar en segunda división. La ciudad debe tener el equipo en la A, porque la afición siempre está alentando y apoyando en todo momento. Es más, si te das cuenta, ahora que está el equipo en la B, la hinchada sigue fiel con su equipo y eso es de admirar.

¿Como jugador de Real Cartagena cuál es el partido que más recuerda?

Sin duda alguna y por la instancia que nos jugábamos el partido ante Rionegro, en la final de ida del ascenso del 2008. Ese día llovió bastante en Cartagena, íbamos ganando 2-0 y en los últimos minutos tuve la oportunidad de anotar el tercero. Ese gol nos dio la tranquilidad para ser campeones. Era más complicado que nos marcaran tres goles que dos. En primera división también recuerdo que contra Junior casi siempre hice muy buenos partidos, incluso le marcaba goles y salía como figura del partido.

¿A cuál de los técnicos le aprendió más José Nájera?

De todos se me queda algo para lograr ser profesional, pero le aprendí mucho a Julio Comesaña.

¿Conserva la amistad con alguno de los compañeros con los que compartió en Real Cartagena?

Sí, claro. Si algo me dejó Real Cartagena fue hermanos. Siempre mantengo contacto con Mauricio Arroyo, Harold Macías, Alexander Anaya, Luis Fernando Iriarte, Reynaldo Alegría y otros que de pronto se me escapan ahora.

Con Bogotá, recientemente le marcó gol a Real Cartagena. ¿Qué se le pasó por la cabeza?

Son sentimientos encontrados, porque le marqué al equipo donde viví mis mejores años, donde me formé como profesional, al club del que soy hincha, pero, uno tiene que ser profesional y en esos momentos yo estaba vistiendo la camiseta de Bogotá, pero en lo personal fue importante porque le di el triunfo al equipo y era algo que necesitábamos

¿Cómo describe al hincha de Real Cartagena?

El hincha de Real Cartagena es impresionante. Ellos siempre han demostrado el cariño que le tienen al equipo. Con ellos sí tiene cabida la frase “En las buenas y en las malas”, te lo digo personalmente que lo viví. Eran muchachos que en el lugar menos pensado estaban y le daban buenas energías al equipo para que ganara. Para Real Cartagena es muy importante el hincha, son fieles y siempre están apoyando al equipo sin importar el resultado. Uno como jugador siempre espera brindarle alegrías a ellos, porque se lo merecen.

Finalmente, ¿le gustaría volver al equipo?

Sí, claro, me gustaría regresar al equipo de mi ciudad y celebrar los goles con la tribuna que está ubicada detrás del arco, siempre los celebraba con ellos. Veo que este año se reforzaron bien y ojalá este año puedan lograr el ascenso. Veo un equipo muy fuerte y ojalá logren el objetivo. La ciudad necesita que el equipo vuelva a estar en primera.

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