Murió Norton Madrid Picott, leyenda del voleibol bolivarense

Lucho Anaya
Por Lucho Anaya - Codirector
9 min de lectura
Foto: Cortesía.

Norton Madrid Picott, histórico exjugador y entrenador de voleibol bolivarense, falleció en Cartagena. El exdeportista será velado en el cementerio Jardines de Cartagena, y su sepelio será este sábado en el mismo parque, a las diez de la mañana. El legado de Madrid fue importante, tanto que el máximo escenario del voleibol en la ciudad lleva su nombre: el coliseo Norton Madrid Picott de la Piedra de Bolívar.

En los últimos años, Norton se había dedicado a publicar comentarios y lecciones sobre el deporte que tanto amó a través de sus redes sociales, en un espacio que denominó «El Rincón de Norton Madrid». Paz en su tumba.

Como homenaje, reproducimos el reportaje realizado por el periodista Nelson Ibarra en 2016 para este medio.

Norton Madrid, precursor del voleibol bolivarense

NELSON IBARRA
ESPECIAL PARA PRIMERTIEMPO.CO*

Obedeciendo a las costumbres propias de la cultura cartagenera, al escuchar el nombre de un escenario deportivo, aparece el imaginario de un homenaje póstumo a una gloria del deporte. Es posible que esto suceda cuando se escucha el nombre de Norton Madrid relacionado con uno de los más relevantes coliseos de la ciudad, sin embargo, lejos del pensamiento de un considerable porcentaje de cartageneros, el retirado entrenador de voleibol sigue iniciando y culminando su rutina diaria en su hogar, en el barrio El Educador.

Fue en 1968, en el colegio San Carlos, cuando cursaba bachillerato, y atendiendo al llamado casi imperativo de la institución, Norton, con la formación de un profesor oriundo de Antioquia, decide practicar un deporte opacado por los tradicionales boxeo y béisbol, y relegado por los emergentes, importados y progresivos fútbol y basquetbol.

Madrid, siendo fiel a su naturaleza humilde, reconoció que su estatura era un limitante para triunfar rematando por encima de una malla, aun así, la pasión que sentía por el voleibol hizo que no se desvinculara de dicho deporte, por el contrario, le permitió encontrar la manera deaportar su dedicación, dando instrucciones detrás de una línea.

Diligente, como se le caracteriza, decidió estudiar educación física en la Universidad de Antioquia, y siempre enfocado en querer expandir sus conocimientos en el voleibol, se apoyó en uno de sus grandes mentores dentro de esta disciplina deportiva, el docente belga, Michelle Cavendiel, de quien pudo aprender la técnica de un deporte que seguía estando lejos de ser profesional en el país.

Pero el conocimiento que recibió del maestro oriundo de Bélgica no fue suficiente para Madrid, por el contrario, despertó en él, esa inquietud y esas ganas de capacitarse cada día más, lo que lo llevó a derribar las barreras limítrofes que, en muchas ocasiones, estancan los sueños de proyección de cualquier colombiano del común, y se propuso buscar en el exterior una formación más profunda en el deporte que dejó de ser parte de su vida, para convertirse en su vida misma. Cuba, siempre en posiciones de vanguardia en cuanto a deportes, formación deportiva, y estudios de educación superior se refiere, fue el destino escogido por Norton para convertirse en un entrenador especializado en voleibol. 

Fue precisamente en la isla, donde el ya docente de educación física, no solo incrementó su aprendizaje, sino que gracias a los mejores profesores de voleibol nacidos en Rusia, comprendió que en la disciplina está el éxito, y que el esfuerzo no debe radicar en entrenar para moldear buenos voleibolistas, sino en formar para obtener personas integras.

Luego de su periodo de especialización, y basándose precisamente en esa formación, Madrid decidió regresar a su departamento natal, y con bases sólidas, se propuso darle un enfoque distinto al deporte del cual ya era entrenador, en aras de masificar su práctica, y así, ir abriendo poco a poco el camino al profesionalismo de dicha disciplina deportiva.

A sabiendas que la garantía para que las cosas salgan como se quieren, radica en hacerlas por propia cuenta, Madrid asumió la dirección técnica de un grupo de niños, que en su gran mayoría no superaban los diez años de edad, para permitirse no solo capacitar prospectos, sino para contribuir en la formación personal de estos menores, haciendo hincapié en lo aprendido a través de sus maestros rusos.

PERIPLO COMO ENTRENADOR DE VOLEIBOL DE BOLÍVAR

Reconocido ya por sus conocimientos de un deporte poco tradicional en la ciudad, y cargando a cuestas, la titulación conseguida en Cuba, Madrid encontró criticas ante la falta de resultados inmediatos, sin embargo “el profe” como ya era llamado por sus dirigidos, siempre estuvo focalizado en la formación integral de sus pupilos, y mantuvo en mente una de las tantas frases que guardó de sus instructores rusos “Primero el entrenamiento, no se apresure, las medallas vienen después”.

Fue precisamente esta enseñanza la que Norton transmitió a sus jugadores, quienes se concientizaron que el proceso de preparación era largo y que las medallas tardarían en llegar. “Yo les decía entrenemos bastante que su sudor algún día se transformará en oro”.

Luego de muchos años asistiendo a torneos nacionales en lo que a la luz pública solo recibían derrotas, internamente el conjunto orientado por Madrid estaba lejos de ser vencido, y aprovechaban cada oportunidad para ganar en experiencia y preparación. Fue así como la perseverancia dio sus frutos, y lograron conseguir preseas doradas en campeonatos nacionales, cumpliendo con la meta en todas las etapas de formación deportiva, al alzarse con el título en las categorías junior, juvenil y mayores masculinos. 

José Polchlopek, Julio Vásquez y otros tantos nombres, que su saturada memoria no permite recordar, fueron alguno de los hombres que pasaron por su régimen, de los cuales no solo se siente satisfecho por los logros obtenidos, además se siente orgulloso por la calidad de personas que hoy son, reconociendo humildemente su pequeño aporte a dicha formación.

En una gran muestra de humildad y sabiduría, Madrid decidió retirarse del voleibol en el año 1993, expresando que había transmitido todo su conocimiento a sus alumnos, y argumentando que era el momento de culminar un ciclo y que quien decidiera seguir su camino implantaría su propio estilo, haciendo que el fantasma que significaba su nombre en cuanto a la metodología de entrenamiento y enseñanza se refiere, desapareciera y solo se viera en la historia.

A partir de esto Norton reconoce que “el legado en personas como Polchlopek, que hoy en día es importante en el deporte en Sudamérica, ha mejorado. Yo sabía el talento que ellos tenían y por eso supe que íbamos a ganar las medallas doradas en su momento, pero sabía más la calidad de personas que ayude a formar, y por eso reconozco que me han superado, y que el voleibol se ha desarrollado más”.

SU REACCIÓN ANTE LA DENOMINACIÓN DEL COLISEO QUE LLEVA SU NOMBRE

Para Madrid fue difícil asimilar el hecho de que un escenario deportivo de la ciudad llevara su nombre, sin embargo luego de analizarlo detenidamente y tras asesoría psicológica pudo comprender que se le era reconocida su labor y que la denominación era meritoria.

Norton, quien desde su retiro realiza investigaciones ligadas al deporte al cual le entregó gran parte de su vida, y sigue compartiendo sus conocimientos a través de la web, no se queja de la vida y es conforme con las pensiones que tanto la educación física, como el voleibol en específico le dejaron para disfrutar con tranquilidad los años que le quedan de vida, que esperamos sean muchos. 

* Publicado originalmente en abril de 2016.

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En el periodismo desde 2010. Cofundador y codirector de PrimerTiempo.CO. Narrador deportivo. Contacto: luchoanaya@primertiempo.co.