Después de 40 días de conversaciones con el internacional barranquillero, el gobernador y el alcalde prometieron rodear al jugador, apoyar al equipo en un proyecto a largo plazo, ascender a la A y lograr un cupo a una copa internacional.
Faltaron pocas horas para que Teófilo Gutiérrez estampara su firma en un contrato para jugar en el Unión Magdalena. Hoy, la historia sería otra, pero una serie de jugadas estratégicas hicieron que el barranquillero se convirtiera en el refuerzo más rutilante del torneo del ascenso colombiano vistiendo la casaca heroica.
La artillería para concretar la operación ‘Teo auriverde’ tuvo a dos protagonistas: el gobernador Yamil Arana, abiertamente fanático del jugador, y el alcalde Dumek Turbay, hincha acérrimo de la divisa cartagenera.
Los dos mandatarios se propusieron apoyar la contratación de un refuerzo de peso. Y qué mejor que un jugador que fue ‘Rey de América’, mundialista y campeón en Argentina, Portugal y Colombia.
El factor ‘cercanía con Barranquilla’ seducía al jugador, así que el Unión le envió la propuesta a comienzos de enero. Un equipo del interior del país entró en la puja a última hora, pero el delantero barranquillero se inclinó por el ciclón bananero. Cuando ya había llegado a los acuerdos más importantes con los samarios, la llamada de Cartagena sonó en el teléfono de Teo.
Yamil y Dumek, junto a las directivas del Real Cartagena, delinearon un proyecto que incluye patrocinios, escogencia de refuerzos de acuerdo con las necesidades del plantel, mejoras al estadio y trabajo de mercadeo para que los hinchas acompañen al equipo. Lo anterior, sumado a la cercanía con Barranquilla, allanaron el camino para que el jugador considerara sostener varias conversaciones más con los dos mandatarios.
El momento clave fue el lunes a las 9 de la noche. Una videollamada que se extendió por una hora entre los tres protagonistas de la operación dejó muy cerca el gran acuerdo. A Teo lo sedujo la determinación del gobernador y el alcalde de llevar el equipo a la A, porque lo consideran factor fundamental para dinamizar la economía local y recuperar un sentido de pertenencia que para ellos será clave en las transformaciones que lideran en Cartagena y Bolívar.
Cuando colgaron la llamada, Yamil y Dumek sintieron que el jugador estaba listo para firmar. Pero faltaba una conversación: la cita fue en la mañana del miércoles en el hotel Sofía, en el Centro Histórico. El proyecto Real Cartagena 2024 terminó de convencer al delantero y selló el acuerdo mientras la prensa deportiva local y nacional comenzaba a llegar ante los rumores que se esparcían en chats y redes sociales.
Un estrechón de manos selló el momento histórico. La operación ‘Teo auriverde’ era una realidad. Cuando el jugador salió a la Plaza de la Aduana fue saludado por una multitud de hinchas que dejaron una imagen para la posteridad: cánticos y vítores que marcan el inicio de una historia que promete tener un final feliz.
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