A los 87 años falleció en Cartagena el exboxeador Mario Rossito, gloria del pugilismo colombiano. Fue uno de los boxeadores más completos del país a mediados del siglo XX, y llegó a pelear por el título mundial de las 140 libras en 1965.
Rossito había sufrido hace varios años de dos trombosis, estaba ciego, y postrado en una silla de ruedas. Sus familiares habían denunciado que vivían en el abandono, y que el apoyo mensual que le entregaba el entonces Coldeportes le había sido retirado.
Rossito nació en Cartagena el 25 de octubre de 1935, en el barrio San Diego, hijo de un italiano. Jugó béisbol en su juventud, pero un día lo llevaron al gimnasio del mítico Chico de Hierro en el barrio El Espinal, y allí empezó a formarse para el boxeo.
Rossito peleó 62 combates, ganando 45 (13 por KO), perdiendo 11 y empatando 6. Tuvo la oportunidad de ser campeón mundial Welter Junior el 16 de mayo de 1965, pero fue superado por el venezolano Carlos «Morocho» Hernández en Maracaibo.
«Se decía que era el boxeador más cercano a la perfección en la historia del pugilismo colombiano», dijo en un artículo el historiador y periodista deportivo Raúl Porto Cabrales. Una de sus peleas más recordadas la protagonizó ante Rodrigo Valdés en 1967, en el estadio Once de Noviembre, declarada como empate por los jueces: ese combate es uno de los mejores en la historia del boxeo nacional.
La leyenda de Rossito fue tan grande que el mismísimo Eliseo Herrera, con los Corraleros de Majagual, le rindió homenaje a través de esta canción.
Rossito fue internado el domingo en un centro hospitalario de Cartagena con problemas para respirar. El legendario boxeador murió en la mañana de este lunes, y sus exequias se realizarán este martes a las 3:00 de la tarde en Jardines de Cartagena. Paz en su tumba.
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