El pasado sábado, Twitter mantuvo entre sus tendencias globales las etiquetas #IBelieveHer (Le creo a ella) y #ThisIsNotConsent (Esto no es consentimiento, en español) como protesta contra un fallo de un juez de Irlanda, que dejó en libertad a un presunto agresor sexual con el argumento de que la ropa interior de la víctima era «provocativa».
El pasado miércoles, 14 de noviembre, cientos de manifestantes salieron a las calles de Irlanda para protestar contra la resolusión. Desde entonces empezó a crecer el apoyo en la red social, hasta que logró colarse entre los más trinado de la semana.
Pero, ¿por qué compartir fotos de tangas como símbolo de la protesta? La razón se halla en el argumento usado por la abogada Elizabeth O’Connell, defensora del presunto agresor, de 27 años, que mostró durante la audiencia la ropa interior de la adolescente de 17 años, que habría sido violada, alegando que era «provocativa» y que, por lo tanto, tenía culpabilidad por lo ocurrido.
El hecho ocurrido en la ciudad de Cork, en el sur de Irlanda, ha llegado al debate público en la aldea global de internet, al cual se han sumado diferentes grupos activistas y políticos que denunciar aquella «cultura que tiende a culpabilizar a las víctimas» en el sistema judicial.