‘Conversaciones en la Banca’, modelo de educación financiera para el empoderamiento y formación de las mujeres microempresarias creado por Bancamía, entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, recibió de la Superintendencia Financiera de Colombia el Sello de Calidad de Educación Financiera en la categoría Mujer.
Esta distinción de la Superintendencia, creada en el año 2022, busca destacar la pertinencia, calidad e idoneidad de propuestas y proyectos que cumplan con el objetivo de atender necesidades de aprendizaje de los consumidores financieros en temas asociados al manejo de sus finanzas y de su economía.
‘Conversaciones en la Banca’, como uno de los componentes de la estrategia de Salud Financiera y del programa ‘Echemos Números’, de Bancamía, fue pensado como una respuesta que aporta al empoderamiento de las mujeres a través de la apropiación de habilidades blandas y de liderazgo que confluyen con realidades financieras.
El programa tiene como foco enseñar, desde diferentes formatos de comunicación como videos cortos, podcasts e infografías, caminos de desarrollo para vencer mitos y barreras en el propósito de emprender y lograr su crecimiento personal, teniendo como contexto que de los microempresarios que atiende Bancamía, el 56% son mujeres, el 37% de ellas vive en zonas rurales, el 88% son vulnerables desde el punto de vista de sus ingresos y el 34% tiene educación primaria a lo sumo.
Bajo este mismo modelo, en el segundo semestre de este año, a través de Emprendimientos Productivos para la Paz (Empropaz), un programa liderado por Bancamía en alianza con la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), junto a la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín / De Mis Manos, se lanzó ‘Conversaciones en la Banca: Viviendo la Equidad en los territorios’ con el propósito de abordar con las comunidades, y de manera innovadora, temas claves para contribuir a la transformación de la cultura de la diversidad, equidad e inclusión, especialmente en las regiones afectadas por la violencia y la pobreza donde opera el programa (92 municipios).
De esta forma, mediante situaciones cotidianas se busca desarrollar conversaciones entre sobre la relación con el dinero, la economía del cuidado, la incidencia de las normas sociales y la autonomía económica para impulsar cambios que generen entornos más equitativos e incluyentes.
Así, a través de plataformas accesibles y gratuitas como WhatsApp, redes sociales, la página web y YouTube, Bancamía ha logrado llevar a miles de mujeres en todo el país, clientas y no clientas del banco, estos contenidos pedagógicos diseñados en formatos ágiles y usando un lenguaje cercano y sencillo. En menos de un año, ‘Conversaciones en la Banca’ ha distribuido contenido formativo desde diferentes canales digitales y a través de los miles de asesores del banco en el 100% de los departamentos del país.
‘Conversaciones en la Banca’ surgió tras una investigación realizada por Bancamía, en alianza con CAF (Banco de Desarrollo de América Latina), llamada ‘Journey 360 Mujer’, la cual permitió descubrir los desafíos, limitantes y oportunidades que tienen las mujeres diversas (afro, raizal, indígena y rural) en dimensiones como el emprendimiento, su relación con el dinero, la banca, la apropiación digital y la asociatividad.
Viviana Araque Mendoza, presidenta de Bancamía, manifestó que “este reconocimiento de la Superintendencia Financiera exalta nuestro propósito de contribuir, desde la educación, al desarrollo y a la autonomía económica de las mujeres. Con este modelo estamos generando una experiencia de cliente diferencial para las mujeres diversas de nuestro país y propiciando un espacio de cercanía y confianza al sistema financiero, al tiempo que se reconocen los roles femeninos desde una visión productiva y emprendedora con realidades financieras cotidianas”.
La presidenta agregó que el contenido de esta iniciativa no solo proporciona herramientas clave para la gestión financiera, sino que también buscan fortalecer la confianza de las mujeres. Este enfoque diferencial, además, les permitirá a ellas percibirse como agentes productivos de transformación, mejorando la sostenibilidad de sus emprendimientos y contribuyendo significativamente a su bienestar económico y social.