El cartagenero Filo Martínez-Aparicio siempre quiso ser el nueve. El que vive en el área, el que define con el empeine o con la tibia si hace falta. Soñó con la camiseta del Real Cartagena, con el grito que se arma en la tribuna justo antes de que la pelota bese la red. Pero la vida, que también sabe de rebotes, lo llevó por otro camino: cambió los cortos por los pantalones bota campana y la batalla terminó dándose en las tarimas, no en el campo de juego.
Hoy, desde Bogotá, Filo vuelve a marcar. Esta vez con Última Batalla, su proyecto de heavy metal, que acaba de lanzar “Una y mil veces”, primer sencillo y videoclip de un álbum homónimo que se publicará próximamente en formatos físico y digital.
A su lado están Julián Gerena en el bajo, Carlos X en la guitarra y Hander Olivares en la batería. Juntos firman una descarga de heavy metal auténtico, crudo, directo, sin adornos innecesarios.

El disco Última Batalla fue grabado, mezclado y masterizado por Santiago González en Fuerza Ingobernable Estudios, en la capital colombiana. El resultado apuesta por un metal pesado frontal, atravesado por una ética punk que empuja el sonido con su actitud, brevedad y mensaje. “Alisten bien el tiro porque yo todavía respiro” funciona como grito de guerra en el sencillo “Una y mil veces”. Incluso la duración dice lo suyo: canciones de dos y tres minutos bastan cuando el golpe es contundente.
Pero la historia de Filo no se entiende sin el fútbol. Hincha del Real Cartagena “a morir”, heredó esa pasión de su padre, Raúl Martínez-Aparicio, técnico de selecciones departamentales y siempre cercano al club. Desde la distancia, Filo sigue cargando los colores auriverdes: ha ido a Zipaquirá, a Soacha, a donde toque, aunque últimamente la Primera B en Bogotá y sus alrededores no ayude mucho con tantos clubes que juegan sus partidos a puerta cerrada.
Este vínculo con el Real no es solo simbólico, sino también sonoro. “El orgullo de Cartagena”, un rock con altas dosis de punk y champeta que lleva el dembow a toda velocidad (compuesto por Filo mientras hacía sus estudios universitarios), fue incluida en una antología de canciones sobre el equipo, suena en el estadio Jaime Morón y suele acompañar publicaciones oficiales del club. Otra canción titulada, “Ya llegó la rebelión”, un heavy rock dedicado al equipo y a su barra Rebelión Auriverde Norte, fue adoptada por la hinchada, que incluso le hizo su propio video.
Por eso Filo define su presente sin solemnidad: este disco es un gol de heavy metal. La energía del delantero frustrado que nunca deja de ir al choque ahora se transforma en riffs y velocidad, en una Última Batalla que se juega con distorsión, furia y mucha convicción.

El sencillo Hijo maldito / Una y mil veces ya está disponible en Bandcamp. El video de “Una y mil veces” ya puede verse en YouTube y el álbum completo, también titulado Última Batalla_, llegará pronto. Y la batalla, como el fútbol, se jugará hasta el final.



