El máximo accionista del Unión Magdalena, Eduardo Dávila, causó indignación entre la afición samaria al afirmar que “si quieren un buen espectáculo de fútbol, váyanse a Barranquilla, al Junior”, en medio de una entrevista radial.
Dávila, quien recalcó que el club es “una empresa privada” y que él es su dueño único, les reprochó a los seguidores del Unión Magdalena que “dejen de joder” y que se cambien de equipo si quieren disfrutar buen fútbol.
Con estas declaraciones, el empresario no sólo minimizó las exigencias de los hinchas por mejores resultados deportivos, sino que también marcó distancia definitiva con la afición y la ciudad que lo vio nacer.
Crisis deportiva, desencanto popular y polémica verbal componen el escenario de tensión que vive el club samario en este momento. Además, es el primer y firme candidato a descender, ya que solo un milagro matemático los salvaría.