Lo que debía ser una jornada histórica y llena de alegría para los hinchas del Liverpool FC terminó en pesadilla. Durante la caravana del equipo por el centro de la ciudad, un conductor embistió a un grupo de fanáticos que se encontraban en el lugar, dejando un saldo de al menos 30 heridos, entre ellos cuatro en estado de gravedad. El incidente ocurrió en Water Street, minutos después de que el bus con los jugadores circulara por la zona.
Se conoció que el implicado fue un hombre británico de 53 años, el cual fue judicializado y enfrenta cargos por intento de homicidio y conducción bajo efectos de estupefacientes. Las autoridades descartaron que se tratara de un atentado terrorista y señalaron que fue un acto aislado, aunque se investiga cómo logró ingresar a una zona que debía estar cerrada al tráfico vehicular.
El club Liverpool FC lamentó profundamente lo sucedido y ofreció apoyo a las víctimas. Por su parte, el primer ministro Keir Starmer y figuras de la familia real expresaron su solidaridad con la ciudad. Lo que sería una fiesta inolvidable para los ‘reds’ se convirtió en una escena de dolor y reflexión que ahora marca la historia de sus celebraciones.
