Seguramente has escuchado la frase “todo paraguayo es colombiano”. A esa frase apelaremos los colombianos este martes, cuando se juegue la última fecha de la Eliminatoria Sudamericana rumbo a Qatar 2022 y necesitemos que, además de la victoria de nuestra selección en Venezuela, Paraguay haga un gran partido ante Perú, para que los incas no ganen.
La simpatía entre colombianos y paraguayos es evidente, incluso en el fútbol. En Paraguay existe un distrito llamado Nueva Colombia, y un equipo de fútbol bautizado Sport Colombia, ambos identificados con nuestro tricolor nacional.
Jamás me ha gustado escribir en primera persona pero no puedo pasar por alto una anécdota vivida en Río de Janeiro, en medio de la cobertura de la Copa América 2019. En plan turista fui a las Escaleras Selarón y le pedí a otro turista que hablaba español que me tomara una foto. Le agradecí preguntándole de dónde era, y cuando me respondió que era de Paraguay le dije “yo soy colombiano, todo paraguayo es colombiano”. Al paraguayo se le aguaron los ojos agradeciéndome.
La unión entre Colombia y Paraguay se remonta a la historia trágica de la Guerra de la Triple Alianza en entre 1864 y 1870. Los paraguayos eran el país con mejor economía y el nivel más alto de alfabetización de la región, y era el único sin deuda externa.
En su vecina Uruguay, el partido Blanco ejercía el Gobierno y el partido Colorado era oposición, llegando a desarrollarse una guerra civil en la que Brasil invadió territorio uruguayo en respaldo al partido Colorado. El gobierno paraguayo en cabeza del mariscal Francisco Solano López entró en defensa del gobierno uruguayo, e invadió territorio brasilero. Sin embargo, el gobierno uruguayo del partido Blanco cayó, y se estableció un nuevo régimen.
Argentina permaneció neutral, pero las tropas brasileras invadieron Corrientes, obligando a los argentinos a unirse a la guerra, estableciendo la Triple Alianza. Brasil, Uruguay y Argentina se unieron en contra de Paraguay.
Paraguay fue invadido, y perdió entre el 50 y el 80% de su población. De hecho, se dice que murió el 90% de la población adulta masculina paraguaya. La guerra terminó en 1870, con el saldo trágico más grande en la historia de Sudamérica.
Los Estados Unidos de Colombia, en ese momento el nombre de nuestra nación, fueron el primer país en brindar su voz de respaldo a los guaraníes. Colombia envió numerosas ayudas a ese país, se opuso permanentemente a la incursión armada de la Triple Alianza, y envió médicos que atendieron a la población que lo necesitó.
En algún momento, se llegó a pensar que Paraguay dejaría de existir, y que su territorio sería anexado por los ganadores de la guerra. El Congreso de nuestro país expidió la Ley 78 de 1870, abrazando al pueblo de Paraguay y vinculándose a su dolor.
Incluso, se llegó a pensar la posibilidad de la desaparición de la patria guaraní, dejando como apátridas a sus pocos habitantes sobrevivientes, por lo que el Gobierno Colombiano, por medio de un decreto del 27 de julio de 1870, ofreció el estatus y la nacionalidad colombiana a los paraguayos que quedaran sin nación. El decreto decía lo siguiente:
“Si por efecto de la guerra, el Paraguay desapareciera como Nación, ningún paraguayo será paria en América; con solo pisar tierra colombiana, en caso de producirse, gozará en forma automática de los privilegios, facultades prerrogativas y derechos colombianos, es decir que de perder la nacionalidad paraguaya serán automáticamente colombianos. Firman Eustorgio Salgar (Presidente), Felipe Zapata (Ministro de Relaciones exteriores) y Jorge Isaacs (Presidente del Congreso)”.
Este decreto iba en la misma línea del artículo 31 de la Constitución Política de los Estados Unidos de Colombia, expedida en 1863, que afirmaba que eran colombianos “los nacidos en cualquiera de las Repúblicas Hispanoamericanas, siempre que hayan fijado su residencia en el territorio de la Unión, y declarado ante la autoridad competente que quieren ser colombianos”.
Por esto, todo paraguayo es colombiano. Y este martes, cuando Paraguay enfrente a Perú y Colombia choque ante Venezuela, todo colombiano será también paraguayo, confiando en una victoria de la selección que dirigen los mellizos Barros Schelotto que, junto al triunfo colombiano en Puerto Ordaz, nos permitan llegar al repechaje.
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