Orlando Berrío, el futbolista bolivarense con más títulos en la historia, firmó su contrato como nuevo jugador del Tacuary de Paraguay. El ariete cartagenero regresa así al fútbol sudamericano, tras su paso por el Qingdao Youth Island de la segunda división de China, y es catalogado desde ya como el mejor refuerzo de la historia del club con sede en el Barrio Jara de Asunción, Paraguay.
El dos veces campeón de la Copa Libertadores de América, a sus 32 años, firmó este jueves su contrato que lo vincula al equipo paraguayo por un año, escribiendo una nueva página de una exitosa carrera que se ha visto, lamentablemente, afectada en los últimos años por una serie de lesiones.
Tacuary es el noveno equipo del cartagenero, luego de militar en Nacional, Patriotas, Millonarios y Rionegro Águilas Doradas en Colombia, Flamengo y América Mineiro en Brasil, el Khor Fakkan de Arabia Saudí, y el Qingdao Youth Island del ascenso de China. Antes de irse a oriente, el cartagenero jugó 14 compromisos en el segundo semestre de 2022 con Águilas Doradas, seis de ellos como inicialista, anotando un gol.
Una serie de lesiones y fallidos pasos por el fútbol de Emiratos Árabes y el América de Brasil atormentaron a Berrío en los últimos años. Las lesiones han rondado al cartagenero desde aquel octubre de 2017, cuando jugando para Flamengo, sufrió una rotura del tendón rotuliano de la rodilla izquierda, en la fecha 30 del Brasileirao ante Sao Paulo, mientras vivía uno de sus mejores momentos, siendo incluso convocado a Selección Colombia.
Berrío se perdió el mundial de Rusia 2018, y apenas regresó a las canchas once meses después, en septiembre del mismo año. Sin embargo, nunca volvió a ser el mismo, y las lesiones reiterativas lo fueron sacando de los planes de ‘Fla’, hasta recalar en el Khor Fakkan de Arabia Saudita, donde no alcanzó a debutar, tras lesionarse en pretemporada.
En julio de 2021, llegó a América Mineiro, y apenas pudo disputar 27 minutos en dos partidos, siempre entrando desde el banquillo de suplentes, cuando enfrentó una situación delicada al diagnosticársele una lesión fúngica en la región de la tibia de la pierna izquierda, una lesión muy rara en el ámbito deportivo, que incluso lo mantuvo internado en un hospital durante algunas semanas.