En medio de las afugias económicas que ha tenido el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, IDER, en 2019, fue presentado ante el Concejo distrital de Cartagena el proyecto de acuerdo para el presupuesto de la alcaldía en 2020. Este documento debe ser aprobado antes del 10 de diciembre y en él se detallan los recursos con los que contará la administración el año entrante, incluído el IDER.
Según el documento, el IDER tendrá a su disposición un presupuesto de $9.820.616.732, lo que representa un incremento de 907 millones de pesos respecto al presente año, cercano al 10% expresado en variación porcentual. Sin embargo, la pregunta que se hacen muchos es, ¿de dónde sacarán los recursos si ya no existe la sobretasa deportiva?
El proyecto de acuerdo hace énfasis en que el presupuesto del IDER será cubierto casi en su totalidad por los ingresos corrientes de libre destinación de la alcaldía, lo que indudablemente afecta otras partidas presupuestales que tradicionalmente se nutrían de dichos ingresos.
Así las cosas, el documento deja al descubierto la insostenibilidad del IDER. Para el próximo año se estiman gastos de funcionamiento en la entidad cercanos a los $6.500 millones de pesos, mientras que los ingresos generados por el IDER escasamente superan los 300 millones de pesos al año. Una desproporción enorme.
Para el año entrante, en el presupuesto del distrito se prevé ingresos del IDER por los siguientes conceptos: arrendamiento de escenarios deportivos que aportarían 200 millones de pesos, espectáculos públicos que dejarían dividendos cercanos a los 110 millones de pesos, rendimientos financieros por el orden de 9 millones de pesos y venta de servicios del IDER proyectadas en apenas 1 millón de pesos, o $1’246.178 para ser más exactos.
Para que este proyecto sea aprobado es necesaria su discusión en el seno del Concejo Distrital, discusión que empezará a darse en los próximos días. El presupuesto puede sufrir modificaciones, y al tenor de los concejales está el aprobar o no que el IDER se financie de los ingresos corrientes debido a su excesiva dependencia de una sobretasa que ya no existe y que amenaza con acabar el instituto descentralizado del deporte en la ciudad.