Lo habían anunciado en las redes sociales. Para el inicio de la segunda parte, la hinchada de Real Cartagena en la tribuna sur, la Rebelión Auriverde, sacó un tifo para recibir a su equipo, alentarlos ante Deportes Quindío, y transmitirle a los jugadores que tienen una gran hinchada que merece que lo dejen todo en la cancha para estar en primera división.
Se gastaron alrededor de diez millones de pesos. Tuvieron que hacer instalaciones porque esa zona del estadio Jaime Morón León no tiene techo de donde colgarlo. Pero la fiesta que mostraron, con pirotecnia desde afuera del escenario, y con la imagen de un pirata vestido con los colores auriverdes y la frase «tu escudo es mi tesoro», estuvo a la altura de las mejores hinchadas del continente.
«Vendimos rifas, vendimos comidas, la gente aportó, hinchas de Real mandaron plata, todo el mundo se puso la diez. Había gente que no tenía para los pasajes, pero tenía una varilla en su casa o tenía pintura y lo aportaron», cuenta Leiner López, «El Mechas», miembro de la Rebelión Auriverde y la mente detrás del tifo.
Este recibimiento, además, es un ejemplo de que en el fútbol se puede convivir en paz: la hinchada de otro equipo donó parte de los elementos necesarios. «No teníamos plata para comprar la malla porque era muy cara y nos la mandaron de la ciudad de Pereira, la gente del Lobo Sur Pereira, y soldamos los tubos hasta las 3 de la mañana», revela.
«El mensaje fue muy claro, la frase «tu escudo es mi tesoro». Los hinchas de Real no nos merecemos estar en segunda división, no merecemos estar en la B. Nos atrevimos a hacer algo que ninguna hinchada en Sudamérica había hecho jugando a la B. Nos atrevimos con once años en la segunda división, nos merecemos estar en primera», concluye «Mechas».
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