Óscar Passo dijo estar tranquilo y contento con lo que vio de sus dirigidos en la victoria 2-1 de este domino ante Boyacá Chicó. El entrenador nacido en Bodega Central, Bolívar, afirmó que en finales es muy difícil marcar goles, y por eso Real Cartagena se vio obligado a defender el resultado en el segundo tiempo. Passo resaltó que sus jugadores fueron aguerridos y jugaron con amor por la camiseta.
Balance del juego. «Me deja tranquilo el trabajo que realizó Real Cartagena, conseguimos el objetivo que es lo primordial. En estos días que nos quedan hasta el próximo partido, trataremos de mejorar lo que se viene haciendo bien, y corregir los errores. Mentalmente el dos a cero hizo que el equipo se metiera atrás, pero lo teníamos controlado sin problemas. Ellos consiguen el gol en una jugada de pelota quieta, pero creo que el equipo respondió de buena forma, y pudimos conseguir los tres puntos».
¿Por qué se termina sufriendo? «El mismo resultado lleva a que el equipo se meta atrás, pero era algo normal. El juego de Chicó es directo, pelotazos desde los centrales, y era normal que el equipo se metiera atrás para tratar de refugiarnos y no tener ningún tipo de problemas. Lo supimos manejar, fuimos compactos en la mitad. Estoy contento con lo que hizo Real Cartagena».
¿Por qué el equipo se echó atrás? «El 2-0, por la situación en que estamos en que tenemos la obligación de ganar para seguir con vida, era normal meterse atrás. Es muy difícil conseguir goles en las finales, y había que protegerlos. Los muchachos trataron de no tener problemas en ninguna de las líneas. En el segundo tiempo perdimos la pelota, pero con orden pudimos sacar el resultado».
¿Qué destaca del juego? «Lo aguerridos que fueron mis jugadores. El hambre, las ganas que tienen por hacer historia con Real Cartagena. Porque las finales se juegan así, con amor por la camiseta, con pundonor».