Por: Augusto Puello, codirector de PrimerTiempo.CO
Real Cartagena fracasó otra vez. Y lo peor es que no sorprende. Los síntomas estaban ahí: los problemas internos, las tensiones entre jugadores y técnico, la sensación de un equipo que avanzaba a trancazos hacia un desenlace predecible. El 2025 solo confirmó una realidad dolorosa: 14 años en la B no son mala suerte; son el resultado de decisiones equivocadas, inercias insostenibles y liderazgos agotados. Y ya basta. Algo, por fin, tiene que pasar.
Por eso esta columna es para usted, Antonio Díaz, empresario y nuevo dueño del club. No tengo claro si ya adquirió la mayoría accionaria o si está en un proceso final de cierre, pero lo que sí es evidente es que hoy tiene en sus manos la responsabilidad más grande que un cartagenero puede asumir en el fútbol profesional.
Como ciudadano que siente al equipo como un símbolo de la ciudad, quiero dejarle unas preguntas que ojalá responda pronto. No por mí. Por el tiempo: en menos de dos meses, Real Cartagena debe volver a los trabajos y hoy nadie sabe qué equipo será ese.
Primera pregunta: ¿se va, al fin, Rodrigo Rendón?
No lo digo con ánimo personal ni porque deba cargar con la cruz exclusiva de este 2024 y 2025. Lo digo porque un proyecto nuevo no puede nacer con las sombras viejas pegadas al techo. Rendón tiene el cerca del 21% de las acciones, sí, pero durante años ha ejercido un poder que no corresponde ni a su participación ni al deseo de la mayoría de los hinchas.
Y, seamos francos, su presencia genera rechazo. No importa si él cree que eso es injusto: en el fútbol la energía pesa, la imagen pesa, la historia pesa. Si este es un renacer, empiece por ahí. Denle un palo de golf, no un asiento en la junta. Si creen en las señales, esa es la primera.
Segunda pregunta: ¿cuál es su intención real con el equipo?
Porque si este proyecto termina siendo una ColombiaGol 2.0, esperando a ver qué cae en transferencias del Distrito o la Gobernación, estamos perdidos. Usted compró, o está comprando, un club en reestructuración, con deudas y trabas, pero también con una hinchada enorme, un mercado grande y una marca histórica.
Un equipo así no puede depender de la caridad electoral de turno. Quien ingresa a un proyecto así debe tener la capacidad, y la voluntad, de financiar una nómina competitiva sin mirar hacia el Palacio de la Aduana o el edificio de la Gobernación en Turbaco. Si no es así, repito: estamos jodidos.
Tercera pregunta: ¿quién les va a asesorar?
Los Wennin ya mostraron su techo. ColombiaGol también. Cinco años y ningún salto cualitativo. Ni en resultados, ni en ventas, ni en infraestructura, ni en visión. Ni siquiera en la pretendida “fábrica de talentos” que anunciaron al llegar. Y mientras tanto, el Alcalde y el Gobernador hicieron lo que pudieron con los salvavidas de estos dos años, pero desde afuera tampoco se construye un proyecto serio.
Hoy lo que pide la coyuntura es claro: barrida total. En lo deportivo, en lo administrativo, en la gestión del fútbol base. El ciclo se agotó. Ustedes tienen la oportunidad de armar uno desde cero. Pero eso requiere asesoría de verdad, no de compadres ni exfuncionarios reciclados.
Y la última, también para el Alcalde y Gobernador, ¿qué va a pasar con ustedes?
Ya anunciaron que se alejarán de Real Cartagena. Se entiende: con Rendón y ColombiaGol, no hay proyecto serio que justifique invertir un peso público. Pero surge la pregunta obvia: si Díaz toma el control total y arma un proyecto profesional, ¿cambiaría algo esa posición?
Lo digo sin rodeos: su apoyo es importante. Siempre lo ha sido. No por plata, sino para articular ciudad, activar la infraestructura, acompañar al club en procesos de formación, recuperar la identidad local. Cartagena necesita un equipo que represente lo que su gente es; y para eso, el Estado también tiene un rol.
Lo que sí comparto plenamente es que mientras Rendón o ColombiaGol sigan decidiendo, ningún gobernante serio debería acercarse. Porque el primer paso para sanar un club es sacar de la habitación a quienes llevan años respirando el mismo aire viciado.
Señor Díaz: Real Cartagena está en un punto de quiebre. Muchos clubes en nuestro país ya lo han vivido. Este puede ser el año en el que todo cambia, o el año en el que resignemos la esperanza. Usted llegó en el momento exacto para decidir de qué lado de la historia quedaremos.



