La convocatoria a una asamblea extraordinaria de la División Mayor del Fútbol Colombiano (Dimayor) para definir el reglamento de ascenso del Torneo BetPlay DIMAYOR 2024 supone un problema que va más allá de las pretensiones de los clubes involucrados. El reglamento actual tiene ambigüedades, contradicciones y vacíos normativos que generaron la consabida disputa entre Unión Magdalena, Llaneros FC y Real Cartagena.
El famoso parágrafo 4 del artículo 26, y los artículos 28 y 29 generan especial conflicto. El Artículo 28 indica que el perdedor de la Gran Final asciende automáticamente si lidera la reclasificación, mientras que el parágrafo 4 del 26 y el Artículo 29 plantean un repechaje si los finalistas son líderes de la reclasificación y envían al perdedor de la Gran Final a jugar contra el mejor ubicado en la reclasificación.
En el escenario actual:
• Unión Magdalena, campeón del segundo semestre, interpreta que debería ascender directamente, postura que no tiene sustento reglamentario alguno, aún a pesar de las inconsistencias que tiene el articulado con el que se juega el Torneo BetPlay.
• Llaneros FC, campeón del primer semestre y líder de la reclasificación, considera que su posición le garantiza el ascenso directo, lo cual podría ser válido según el Artículo 28 y el mismo parágrafo 4.
• Real Cartagena, tercero en la reclasificación, reclama su derecho a un repechaje contra el perdedor de la Gran Final, lo que depende de que el líder de la reclasificación no sea el perdedor según la interpretación de Unión Magdalena, Llaneros y DIMAYOR, pero que pasa a ser una verdad absoluta si lo analizamos a la luz del parágrafo 4 del artículo 26.
La falta de claridad no solo afecta a los clubes, sino que también afecta la credibilidad del torneo. El reglamento no tiene una estructura lógica, está redactado con imprecisión y no ofrece ejemplos prácticos para explicar los escenarios de ascenso. Esto es lo que, claramente, generó la disputa de este año, pero también los vergonzosos escenarios de supuestos amaños en 2021 y 2023.
En la asamblea extraordinaria de este lunes, de acuerdo a versiones de medios de comunicación capitalinos, hay un buen ambiente a favor de la interpretación de Real Cartagena, teniendo en cuenta que fueron los mismos clubes los que firmaron un acuerdo en diciembre de 2023, para modificar el reglamento e impedir que se presentara una situación como la que está a punto de ocurrir, que el segundo ascenso se defina con un equipo ya ascendido en competencia.
Sin embargo, la redacción confusa y contradictoria del reglamento llevó a que esta ocurriera y ahora la asamblea deberá decidir. Las salidas no son muchas:
1. Salida 1: Avalan la Gran Final entre Unión Magdalena y Llaneros con repechaje obligatorio para el perdedor
2. Salida 2: Se mantienen en la posición actual en la que, si el gran campeón NO ES el líder de la reclasificación, ascienden Llaneros y Unión.
Parece, a su vez, poco probable que la DIMAYOR se decante por las otras dos salidas posibles:
3. Salida 3: Eliminar la Gran Final dándole el ascenso directo a Llaneros y mandando a Unión Magdalena al repechaje contra Real Cartagena
4. Salida 4: Declarar ascendidos a Unión Magdalena y Llaneros sin jugar la Gran Final, como lo han pretendido recientemente.
La respuesta entonces al interrogante de este artículo no es otra que: habrá que esperar. Lo que sí es claro y urgente, es que la DIMAYOR lleve a cabo una revisión integral del reglamento: Es necesario eliminar las contradicciones entre los artículos y asegurar una coherencia interna del documento. Para 2025, se hace necesario diseñar una definición explícita de escenarios, esto es, detallar cada posible combinación en el sistema de ascenso para evitar vacíos normativos.
Finalmente y no menos importante, es menester usar un lenguaje claro y técnico, empleando términos precisos para reducir el margen de interpretación y, por qué no, incluir ejemplos prácticos que ayudarían a los clubes a comprender cómo se aplican las reglas en casos específicos.