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El arquero bolivarense asistirá a sus primera Juegos Olímpicos. Foto: Comité Olímpico Colombiano. |
Cuando tenía cuatro años de edad, su padre Teódulo
Lemus fue asesinado por grupos al margen de la ley. Le pidieron los terrenos de
la finca que tenía cerca a la vereda Quebrada Seca, corregimiento de Aguas
Vivas, en Montería, Córdoba. Don Teódulo no aceptó y su familia no lo volvió a
ver. Andrés no alcanzó a ser registrado por su padre, tuvo que salir corriendo
con sus hermanos, madre y abuelos.
Lemus fue asesinado por grupos al margen de la ley. Le pidieron los terrenos de
la finca que tenía cerca a la vereda Quebrada Seca, corregimiento de Aguas
Vivas, en Montería, Córdoba. Don Teódulo no aceptó y su familia no lo volvió a
ver. Andrés no alcanzó a ser registrado por su padre, tuvo que salir corriendo
con sus hermanos, madre y abuelos.
La guerra le arrebató a su padre, lo obligó a verse
desplazado para Montelíbano -donde había nacido- donde fue criado por sus
abuelos, por eso el apellido Pila, porque quien lo registró fue su abuela María
Pila, en San Jacinto del Cauca (Bolívar). Trabajó con los abuelos desde niño,
sembrando y recogiendo arroz, yuca y platano. Los cultivos de pancoger y el
fútbol, lo acompañaron en la adolescencia. Iba hasta San Marcos (Sucre) para
jugar fútbol con los tíos y primos.
desplazado para Montelíbano -donde había nacido- donde fue criado por sus
abuelos, por eso el apellido Pila, porque quien lo registró fue su abuela María
Pila, en San Jacinto del Cauca (Bolívar). Trabajó con los abuelos desde niño,
sembrando y recogiendo arroz, yuca y platano. Los cultivos de pancoger y el
fútbol, lo acompañaron en la adolescencia. Iba hasta San Marcos (Sucre) para
jugar fútbol con los tíos y primos.
Entre los 10 y 14 años de edad, Andrés trabajó y
estudió. Formó su carácter y se hizo fuerte para afrontar la vida. La guerra
colombiana lo obligó a madurar antes de tiempo. Pero cuando cumplió los 15 años
quiso darle un giro a su vida. No veía oportunidades en el pueblo, por eso
llamó a una tía que vivía en Cartagena, Bienvenida López, quien lo acogió para
unas vacaciones.
estudió. Formó su carácter y se hizo fuerte para afrontar la vida. La guerra
colombiana lo obligó a madurar antes de tiempo. Pero cuando cumplió los 15 años
quiso darle un giro a su vida. No veía oportunidades en el pueblo, por eso
llamó a una tía que vivía en Cartagena, Bienvenida López, quien lo acogió para
unas vacaciones.
Doña Bienvenida, atleta destacada, era la
presidenta de la Liga de Arquería de Bolívar. Los arcos en bambú masificaban el
deporte en la capital bolivarense y Andrés llegó a la casa que respiraba el
tiro con arco en Cartagena. El arco, las flechas y el blanco lo conocieron en
2009, cuando encontró un nuevo camino para su vida.
presidenta de la Liga de Arquería de Bolívar. Los arcos en bambú masificaban el
deporte en la capital bolivarense y Andrés llegó a la casa que respiraba el
tiro con arco en Cartagena. El arco, las flechas y el blanco lo conocieron en
2009, cuando encontró un nuevo camino para su vida.
Si bien cuando empezó le parecía aburridor, la
arquería le dio sentido a la vida de Andrés. El pasado quedó atrás y con el
tiro con arco pudo mirar para adelante, soñó con unos Juegos Olímpicos, porque
los veía por televisión y quiso estar allá. La determinación que tuvo en el
campo, en la finca, lo tiene hoy como el mejor arquero colombiano, listo para
ir a Rio-2016.
arquería le dio sentido a la vida de Andrés. El pasado quedó atrás y con el
tiro con arco pudo mirar para adelante, soñó con unos Juegos Olímpicos, porque
los veía por televisión y quiso estar allá. La determinación que tuvo en el
campo, en la finca, lo tiene hoy como el mejor arquero colombiano, listo para
ir a Rio-2016.
Pero cuando empezó, la arquería le pareció
aburridora, tuvo que ir a una competencia nacional en Bogotá para decidirse por
el deporte. Eran siete arqueros en su categoría y quedó séptimo. Fue último,
pero “me gustó, porque conocí el ambiente, la competencia, entonces visualicé
cómo sería un evento internacional, unos Juegos Olímpicos, por eso decidí
meterle toda la ficha”, recuerda Andrés.
aburridora, tuvo que ir a una competencia nacional en Bogotá para decidirse por
el deporte. Eran siete arqueros en su categoría y quedó séptimo. Fue último,
pero “me gustó, porque conocí el ambiente, la competencia, entonces visualicé
cómo sería un evento internacional, unos Juegos Olímpicos, por eso decidí
meterle toda la ficha”, recuerda Andrés.
Con 18 años comenzó el camino del alto rendimiento.
A los 19 años ya estaba en la Selección Colombia y a los 20 se clasificó para
los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Ganó el cupo numérico para el país, pero
un selectivo previo lo dejó afuera, se lo ganó el pereirano Daniel Pineda,
quien “tenía más experiencia, sabía manejar mejor los nervios”, reconoce
Andrés.
A los 19 años ya estaba en la Selección Colombia y a los 20 se clasificó para
los Juegos Olímpicos de Londres-2012. Ganó el cupo numérico para el país, pero
un selectivo previo lo dejó afuera, se lo ganó el pereirano Daniel Pineda,
quien “tenía más experiencia, sabía manejar mejor los nervios”, reconoce
Andrés.
Sabiendo que podía cumplir el sueño olímpico,
Andrés emprendió el Ciclo Olímpico, Bolivarianos y Suramericanos estuvieron en
su periodo previo a Rio-2016. El objetivo era clasificar al equipo masculino,
pero no pudieron. Sólo un arquero colombiano estará en Rio-2016 y esta vez, en
el selectivo, Andrés venció a Daniel y se ganó el tiquete para cumplir el sueño
olímpico.
Andrés emprendió el Ciclo Olímpico, Bolivarianos y Suramericanos estuvieron en
su periodo previo a Rio-2016. El objetivo era clasificar al equipo masculino,
pero no pudieron. Sólo un arquero colombiano estará en Rio-2016 y esta vez, en
el selectivo, Andrés venció a Daniel y se ganó el tiquete para cumplir el sueño
olímpico.
“Estuvo bien reñida la competencia, porque era un
cupo para hombres, con un muy buen nivel de quienes venimos en la Selección
Colombia, por eso tuve que manejar mucho los nervios y el estrés, eso me ayudó
a conseguir el cupo individual”, asegura Andrés.
cupo para hombres, con un muy buen nivel de quienes venimos en la Selección
Colombia, por eso tuve que manejar mucho los nervios y el estrés, eso me ayudó
a conseguir el cupo individual”, asegura Andrés.
Es por eso que para Pila estar en unos Juegos
Olímpicos “significa felicidad, mucha alegría porque es un sueño cumplido, pues
desde que llegué al deporte, veía los Juegos Olímpicos por televisión, dije que
quería estar allá y se me dio la oportunidad. Ahora viene lo más importante,
que es hacer una buena presentación, dejar los nervios a un lado y conseguir el
objetivo allá”.
Olímpicos “significa felicidad, mucha alegría porque es un sueño cumplido, pues
desde que llegué al deporte, veía los Juegos Olímpicos por televisión, dije que
quería estar allá y se me dio la oportunidad. Ahora viene lo más importante,
que es hacer una buena presentación, dejar los nervios a un lado y conseguir el
objetivo allá”.
Como un digno ejemplo de que el deporte es uno de
los principales caminos para llegar a la paz y luego de reconocer que perdonó a
quienes le arrebataron a su padre y lo desplazaron de su tierra, Andrés tiene
claro que “quiero hacer la mejor presentación en Rio-2016, quiero dejar el
nombre de mi país en alto, hacer buenos puntajes y ojalá llegar entre los ocho
mejores del mundo”.
los principales caminos para llegar a la paz y luego de reconocer que perdonó a
quienes le arrebataron a su padre y lo desplazaron de su tierra, Andrés tiene
claro que “quiero hacer la mejor presentación en Rio-2016, quiero dejar el
nombre de mi país en alto, hacer buenos puntajes y ojalá llegar entre los ocho
mejores del mundo”.
REDACCIÓN COMITÉ OLÍMPICO COLOMBIANO
PRIMERTIEMPO.CO