![]() |
María Alejandra es la indiscutible capitana de la Selección Bolívar y la Selección Colombia de Voleibol. Foto: Colprensa. |
NELSON IBARRA
ESPECIAL PARA
PRIMERTIEMPO.CO
PRIMERTIEMPO.CO
La
Selección Colombia Femenina de Voleibol, está a puertas de afrontar compromisos
cruciales para ingresar a la historia del deporte nacional. Del 20 al 22 de
mayo, “las cafeteras” buscarán conseguir en el Coliseo Roberto Clemente de
Puerto Rico, el tiquete a los anhelados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que
se disputarán en el mes de agosto. Uno de los estandartes del combinado
nacional, es la cartagenera María Alejandra Marín Vershelst.
Selección Colombia Femenina de Voleibol, está a puertas de afrontar compromisos
cruciales para ingresar a la historia del deporte nacional. Del 20 al 22 de
mayo, “las cafeteras” buscarán conseguir en el Coliseo Roberto Clemente de
Puerto Rico, el tiquete a los anhelados Juegos Olímpicos de Río de Janeiro que
se disputarán en el mes de agosto. Uno de los estandartes del combinado
nacional, es la cartagenera María Alejandra Marín Vershelst.
El
4 de noviembre de 1995, no era un día cualquiera para la familia Marín
Vershelst, Dios les concedía la bendición de traer al mundo a la pequeña María
Alejandra, sin embargo, jamás se imaginaron los alcances en cuanto a
satisfacción se refiere, que la niña a futuro,
traería para los colombianos.
4 de noviembre de 1995, no era un día cualquiera para la familia Marín
Vershelst, Dios les concedía la bendición de traer al mundo a la pequeña María
Alejandra, sin embargo, jamás se imaginaron los alcances en cuanto a
satisfacción se refiere, que la niña a futuro,
traería para los colombianos.
María
Alejandra junto con su hermana mayor María José, disfrutaron de una niñez
tranquila bajo la guía y educación de sus padres German y Sayonaira.
Alejandra junto con su hermana mayor María José, disfrutaron de una niñez
tranquila bajo la guía y educación de sus padres German y Sayonaira.
Cuando
la niña menor de la familia, tenía 11 años recibió la invitación de una prima
para acercarse al deporte que en un principio vio como pasatiempos, pero que se
convertiría en parte fundamental de su existencia. “Llegue al vóley por medio
de una prima que practicaba este deporte, comencé a los 11 años. Primero lo
hacía por hobby, a mi mamá le encantaba que estuviese en algún deporte. Ya
después el voleibol se fue convirtiendo en mi estilo de vida”, precisó.
la niña menor de la familia, tenía 11 años recibió la invitación de una prima
para acercarse al deporte que en un principio vio como pasatiempos, pero que se
convertiría en parte fundamental de su existencia. “Llegue al vóley por medio
de una prima que practicaba este deporte, comencé a los 11 años. Primero lo
hacía por hobby, a mi mamá le encantaba que estuviese en algún deporte. Ya
después el voleibol se fue convirtiendo en mi estilo de vida”, precisó.
En
una ciudad donde el fútbol y el patinaje ganaban fuerzas para competir con los
tradicionales béisbol, y boxeo; María Alejandra, siempre apoyada por sus
padres, se decidió por el voleibol, deporte que ya se había hecho un lugar en
la exigente plaza cartagenera.
una ciudad donde el fútbol y el patinaje ganaban fuerzas para competir con los
tradicionales béisbol, y boxeo; María Alejandra, siempre apoyada por sus
padres, se decidió por el voleibol, deporte que ya se había hecho un lugar en
la exigente plaza cartagenera.
Siempre
recibió el respaldo de sus padres, y especialmente de su madre, Sayonaira
Vershelst, quien complacida aceptaba la posibilidad de que su hija practicara
algún deporte. Para María Alejandra, su progenitora significa un bastón anímico
indispensable, un apoyo incondicional, un referente importante en su desarrollo
integral. “mis padres siempre me han apoyado incondicionalmente. Mi mamá va a
todos mis partidos y cuando estoy fuera del país se los ve por internet, es mi
entrenadora personal”, decía entre risas la joven deportista, ”y mi papá cuando
está en Cartagena me acompaña también en los partidos, y cuando está afuera
pues me apoya a la distancia”.
recibió el respaldo de sus padres, y especialmente de su madre, Sayonaira
Vershelst, quien complacida aceptaba la posibilidad de que su hija practicara
algún deporte. Para María Alejandra, su progenitora significa un bastón anímico
indispensable, un apoyo incondicional, un referente importante en su desarrollo
integral. “mis padres siempre me han apoyado incondicionalmente. Mi mamá va a
todos mis partidos y cuando estoy fuera del país se los ve por internet, es mi
entrenadora personal”, decía entre risas la joven deportista, ”y mi papá cuando
está en Cartagena me acompaña también en los partidos, y cuando está afuera
pues me apoya a la distancia”.
María
Alejandra aprendió que el esfuerzo, la perseverancia, la constancia y la disciplina,
son las herramientas para que un deportista se consolide; pero asimismo,
reconoció que la clave para que un deportista salga de su zona de confort y se
destaque por sobre el resto, es dando lo mejor de sí.
Alejandra aprendió que el esfuerzo, la perseverancia, la constancia y la disciplina,
son las herramientas para que un deportista se consolide; pero asimismo,
reconoció que la clave para que un deportista salga de su zona de confort y se
destaque por sobre el resto, es dando lo mejor de sí.
Partiendo
de esas premisas, mostró su dedicación y entrega para conseguir hasta la fecha,
8 títulos con la delegación de Bolívar (2 juveniles, 3 en categoría sub- 21 y 3
en mayores), siendo pieza fundamental de las actuales campeonas nacionales en
esta disciplina.
de esas premisas, mostró su dedicación y entrega para conseguir hasta la fecha,
8 títulos con la delegación de Bolívar (2 juveniles, 3 en categoría sub- 21 y 3
en mayores), siendo pieza fundamental de las actuales campeonas nacionales en
esta disciplina.
Su
rendimiento la llevó hasta la Selección Colombia de mayores, y su liderazgo y
desempeñó le dieron la merecida oportunidad de convertirse en la capitana del
equipo nacional. “Con Colombia he clasificado a dos mundiales y dos Grand Prix;
me he ganado dos premios como mejor armadora en copas panamericanas; y un
galardón como la mejor armadora de Suramérica (…) Ser la capitana de la
selección es una responsabilidad y un compromiso, además un orgullo”.
rendimiento la llevó hasta la Selección Colombia de mayores, y su liderazgo y
desempeñó le dieron la merecida oportunidad de convertirse en la capitana del
equipo nacional. “Con Colombia he clasificado a dos mundiales y dos Grand Prix;
me he ganado dos premios como mejor armadora en copas panamericanas; y un
galardón como la mejor armadora de Suramérica (…) Ser la capitana de la
selección es una responsabilidad y un compromiso, además un orgullo”.
UN SUEÑO
LLAMADO RÍO
LLAMADO RÍO
Precisamente
con la selección quiere cumplir el gran sueño que se ha trazado como una meta,
y por lo cual ha resignado otras aspiraciones, priorizando su carrera
deportiva, El objetivo inmediato de María Alejandra es llegar a los Olímpicos
de Río. “Yo voy para cuarto semestre de administración de empresas, pero ahora
mismo me he dedicado al deporte, ya me ha tocado aplazar dos semestres, porque
mi sueño es estar en Rio 2016”.
con la selección quiere cumplir el gran sueño que se ha trazado como una meta,
y por lo cual ha resignado otras aspiraciones, priorizando su carrera
deportiva, El objetivo inmediato de María Alejandra es llegar a los Olímpicos
de Río. “Yo voy para cuarto semestre de administración de empresas, pero ahora
mismo me he dedicado al deporte, ya me ha tocado aplazar dos semestres, porque
mi sueño es estar en Rio 2016”.
Para
que la ilusión de la cartagenera se materialice, el combinado colombiano deberá
superar tres duros escollos, Puerto Rico, Kenia y Argelia. Pese a que el
obstáculo es gigante, la selección está preparada para darle una alegría más al
país y así lo ratifica su capitana. “Nuestro objetivo es clasificar, venimos
estudiando nuestros rivales y venimos preparándonos para lo que se viene. La
mayoría de la selección, salimos a jugar profesional para tener más experiencia
y desde finales de abril estaremos concentradas en la ciudad de Cartagena”.
que la ilusión de la cartagenera se materialice, el combinado colombiano deberá
superar tres duros escollos, Puerto Rico, Kenia y Argelia. Pese a que el
obstáculo es gigante, la selección está preparada para darle una alegría más al
país y así lo ratifica su capitana. “Nuestro objetivo es clasificar, venimos
estudiando nuestros rivales y venimos preparándonos para lo que se viene. La
mayoría de la selección, salimos a jugar profesional para tener más experiencia
y desde finales de abril estaremos concentradas en la ciudad de Cartagena”.
EL
VOLEIBOL, SU ESTILO DE VIDA
VOLEIBOL, SU ESTILO DE VIDA
Hoy,
con 20 primaveras, María Alejandra contempla en su memoria nueve años de
trayectoria, de los cuales ha dedicado seis a defender los colores del país.
Actualmente milita para el equipo San Martín de Formosa, de Argentina, y
entrena a doble turno (de 6 a 7 horas diarias), con el propósito, no solo de
aportar en la consecución de victorias para su club, sino mentalizada también, en su meta, Río de Janeiro.
con 20 primaveras, María Alejandra contempla en su memoria nueve años de
trayectoria, de los cuales ha dedicado seis a defender los colores del país.
Actualmente milita para el equipo San Martín de Formosa, de Argentina, y
entrena a doble turno (de 6 a 7 horas diarias), con el propósito, no solo de
aportar en la consecución de victorias para su club, sino mentalizada también, en su meta, Río de Janeiro.
Hoy
en día da gracias a Dios porque ella ya no hace parte del vóley, el vóley ahora
hace parte de ella, y así reconoce las personas y las amistades que este
deporte le ha aportado en su vida. “Mis amigos son los que me ha dado el
deporte. Hay tres personas que han significado mucho en mi trayectoria en el
vóley, que han sido como unos padres para mí y que no solo me enseñan a jugar
vóley sino que también me enseñan valores y a disfrutar cada oportunidad, ellos
son José Polchlopek, Reyna Ayola y Andrés Mesa”.
en día da gracias a Dios porque ella ya no hace parte del vóley, el vóley ahora
hace parte de ella, y así reconoce las personas y las amistades que este
deporte le ha aportado en su vida. “Mis amigos son los que me ha dado el
deporte. Hay tres personas que han significado mucho en mi trayectoria en el
vóley, que han sido como unos padres para mí y que no solo me enseñan a jugar
vóley sino que también me enseñan valores y a disfrutar cada oportunidad, ellos
son José Polchlopek, Reyna Ayola y Andrés Mesa”.
Actualmente
reside en Argentina, y su amor por su novio, el beisbolista profesional Erick
Julio, trasciende las fronteras. Su carrera de administración de empresas, que
hasta ahora ha cursado en la Universidad Tecnológica de Bolívar, ha quedado
‘stand by’, relegada por una ilusión, por la meta deportiva.
reside en Argentina, y su amor por su novio, el beisbolista profesional Erick
Julio, trasciende las fronteras. Su carrera de administración de empresas, que
hasta ahora ha cursado en la Universidad Tecnológica de Bolívar, ha quedado
‘stand by’, relegada por una ilusión, por la meta deportiva.
A
propósito del mes de la mujer, María Alejandra es un ejemplo integro de la
belleza física, la ternura, la responsabilidad, el compromiso y el empuje que
caracteriza a las mujeres del país; esas mismas cualidades con las que todos
los colombianos aspiran verla del 20 al 22 de mayo, dentro del terreno de juego
en Puerto Rico, vistiendo el tradicional uniforme número 15 de la tricolor,
dando lo mejor de sí, para que al final de esa travesía, una sonrisa en su
rostro, esa que es habitual en ella, represente el pasaje de Colombia a los
Olímpicos y más que eso, signifique un sueño hecho realidad.
propósito del mes de la mujer, María Alejandra es un ejemplo integro de la
belleza física, la ternura, la responsabilidad, el compromiso y el empuje que
caracteriza a las mujeres del país; esas mismas cualidades con las que todos
los colombianos aspiran verla del 20 al 22 de mayo, dentro del terreno de juego
en Puerto Rico, vistiendo el tradicional uniforme número 15 de la tricolor,
dando lo mejor de sí, para que al final de esa travesía, una sonrisa en su
rostro, esa que es habitual en ella, represente el pasaje de Colombia a los
Olímpicos y más que eso, signifique un sueño hecho realidad.