Cuando el Unión Magdalena fue el equipo de los cartageneros (parte 1)

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9 min de lectura
El lleno para el primer partido fue impresionante, la gente se agolpaba hasta en la Plaza de Toros. Foto: El Universal.
JOHN
CAPELLA
ESPECIAL
PARA PRIMERTIEMPO.CO
El año
1971 fue muy especial para el balompié cartagenero. En enero de ese año el
Atlético Bucaramanga llegó a la ciudad con el aval de la Dimayor y tomó el
nombre de Real Cartagena, iniciando la primera etapa futbolística para nuestra
ciudad, periodo que fue bastante efímero.
Pasaron
20 años de gran abandono para el estadio Pedro de Heredia y en el segundo
semestre del año 1991, arribó la alegría del fútbol al ‘corralito de piedra’ de
la mano o mejor, en los pies de un puñado de jugadores que conformaban el
equipo Unión Magdalena, que ante las paupérrimas taquillas que se recogían en
el estadio Eduardo Santos de Santa Marta, motivados por el abandono de sus
hinchas, decidieron pedir «asilo» en diferentes ciudades del país.
Enhorabuena
recibieron el espaldarazo de la administración de Nicolás Curi, alcalde mayor
de Cartagena para esas calendas, y de un grupo de empresarios cartageneros que
vieron en el desamparo del equipo samario la oportunidad propicia para traer un
espectáculo diferente y novedoso para la ciudad heroica que en esos tiempos
vivía la efervescencia del béisbol y del boxeo, deportes que mandaban la parada
en el gusto de los aficionados locales.
El
primer partido disputado en Cartagena por parte del equipo samario estuvo precedido
de mucha expectativa. El rival, el encopetado Millonarios de la capital de la
Republica, equipo de los caros afectos de muchos aficionados al fútbol en
nuestra ciudad, ya que en sus filas habían militado en años anteriores Jaime
Morón León, máximo estandarte del fútbol bolivarense, y Adolfo Téllez, un
defensa de Magangué que salió de una escuela que Los Millonarios instaló en nuestra
ciudad en los años 80.
Eduardo
Dávila Armenta, los directivos del equipo y las autoridades distritales habían
tenido en los días previos a la llegada del equipo a Cartagena un verdadero
«cabezazo» que contribuyó a crear mayor sentido de pertenencia por el
equipo. Decidieron «rebautizar» el club con el particular nombre de
«Unión Lotería La Cartagenera» ya que sería patrocinado en su mayor
parte por una lotería creada por el Congreso de La Republica mediante la Ley 89
de 1989 especial para el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias,
que era una especie de Sorteo Extraordinario que jugaba dos veces en el año y
cuyo producido debía utilizarse para la Salud y el saneamiento de la ciudad.
Esa
lotería se proyectó por un periodo de diez años pero desapareció prontamente y
muchos de los dineros recaudados tomaron otros rumbos como suele ocurrir con
muchas de las cosas de esta ciudad heroica, pero eso es otra historia. El caso
es que el nombre le gustó a la afición que a partir del bautizo decidió
abreviar el nombre quedando en consecuencia el equipo con el apelativo de
«UNION LA CARTAGENERA» mote con el cual sería llamado durante toda su
permanencia en nuestra ciudad.
El
equipo arribó un 6 de agosto y fue recibido en la entrada del hotel por
múltiple fanáticos que coreaban el nombre del visitante a todo pulmón
haciéndolo sentir en su casa.
El feliz
retorno del balompié al destartalado estadio Pedro de Heredia, se dio en el
marco del llamado torneo finalización y ocurrió un miércoles 7 de Agosto de
1991 a las 2:30 de la tarde, media hora antes de que se disputara el resto de
la fecha del fútbol profesional colombiano. La razón, en el estadio no existía
alumbrado artificial y se hacía necesario iniciar a esa hora para que el juego
terminara en un horario en el cual hubiese «luz natural» y pudiera
verse rodar el balón.
Rambo Sossa, el mítico nueve del Unión La
Cartagenera. Foto: El Universal
El
equipo «cartagenero» dirigido por el argentino DANIEL SILGUERO, formó
en aquella ocasión de la siguiente manera: En el arco, JORGE RAYO TENORIO, la defensa
estaba conformada por FLAMINIO RIVAS, ROBERTO GRANADOS, ASPRILLA, JAIRO AMPUDIA
y ALVARO APONTE, en el medio campo el argentino MARCELO IBAÑEZ, OMAR PEREZ y
GUILLERMO «EFECTIVIDAD» SERRANO y en el frente de ataque HECTOR RAMON
«RAMBO» SOSSA y TEDY OROZCO.
Millonarios
alineó en ese histórico juego a OSCAR CORDOBA, GARCIA, CUESTA, CONDE y GALEANO;
DIAZ, COLL, RAMOA y SACHY ESCOBAR; ABONÍA Y GALEANO.
El lleno
fue impresionante. Unas 15 mil personas se apretujaron en las graderías de
sombra y otras 5 mil se calcula que se ubicaron como pudieron en los montículos
que en ese momento hacían las veces de las gradas de sol, otras dos mil
personas arriesgaron su vida montándose en la corona de la Plaza de Toros.
El
sobrecupo fue evidente y gracias a Dios no se presentaron disturbios ya que
cientos de fanáticos se quedaron con la boleta en la mano, la gente se acomodó
como pudo en los lugares altos y muchos tuvieron que irse para sus casas sin
poder ver el encuentro y con un mal sabor de boca debido a la pésima organización
y al mal manejo dado por las autoridades y el cuerpo de policías que desde esas
épocas han demostrado su ineptitud en el manejo del ingreso de los aficionados.
No
faltaron los sapos y los colados, no faltaron tampoco los
«faranduleros» que sólo van a esos espectáculos para darse su
pantallazo. En fin, hubo de todo en un partido que no fue «la maravilla
china» y cuyo resultado fue un empate 1-1 con anotaciones de ALVARO
APONTE, al minuto 35 por parte del equipo «de casa» luego de
concretar un tiro penal por falta que se le cometería en el área al escurridizo
TEDY OROZCO. El gol de la paridad fue obra de Santiago «Sachy»
Escobar que capitalizó de golpe de cabeza un centro de León.
La
llegada del Unión La Cartagenera fue un suceso y dio para todo. Los que eran
narradores y comentaristas de béisbol se convirtieron como por arte de magia en
«profundos» conocedores del fútbol.
Radio
Vigía de Todelar dio una verdadera estocada que se reflejó en sintonía al
presentar en su grupo al gran SERGIO RAMIREZ GARCIA «EL MUNDIALISTA»,
para mi gusto el mejor narrador del fútbol que ha tenido este país, y quien
vino a convertir su narración en una especie de oasis ante la mediocridad de
los del patio.
Su
narración inundó de fútbol las tribunas del Pedro de Heredia y era un deleite
escuchar el inimitable «¡Se metiooo, Golazoooo! ¡Gooool de Unión La
Cartagenera, Gooool de Rambo Sossa! ¡Camisa 9… Camisa 9, Rambo Sossa!»
cuando el argentino anotaba un gol.
ESPERE
EL PRÓXIMO JUEVES LA SEGUNDA PARTE DE ESTE RELATO SOBRE UNIÓN LA CARTAGENERA. ESTA
NOTA FUE PUBLICADA INICIALMENTE EL 24 DE JULIO DE 2011, EN EL BLOG REAL
CARTAGENA DE EL TIEMPO.

LAS
IMÁGENES QUE ACOMPAÑAN ESTE ESCRITO FUERON TOMADAS DE EDICIONES DEL DIARIO EL UNIVERSAL
DE CARTAGENA AÑO 1991. 

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