[Opinión] Una temporada bastante extraña

Columnista Invitado
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Foto: Wendell Cruz, tomada de CBS Sports.

William Marrugo Torrente | Especial para PrimerTiempo.CO

La temporada 2020 de las Grandes Ligas será una temporada atípica, primero por el número de juegos que se van a programar para cada equipo: se van a jugar sesenta compromisos para cada club, muy enfocados en lo que es la misma división en la cual están los equipos. Por ejemplo, los equipos de la Liga Americana, División Este, van a jugar solamente entre sí, series de diez compromisos, cinco de los cuales van a cumplir como visitantes, y cinco jugando en casa. Y los compromisos de interligas que le correspondan jugar a los equipos, los jugarán contra los clubes de la misma división pero de la Liga Nacional. Sumarán cuarenta compromisos con los equipos de la misma División, y veinte más con los equipos de la misma División pero en la liga contraria.

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Los salarios de los jugadores también tuvieron reducción: este año en promedio, los peloteros van a ganar el 37% del salario que ellos habían pactado con sus equipos antes de comenzar la temporada: se divide el salario que ellos habían acordado entre 162, y esa cifra se multiplicará por 60, que es el número de juegos que se van a disputar. Esa es otra consideración.

¿Qué otro aspecto importante hay? Vamos a encontrar el bateador designado en los equipos de la Liga Nacional, y en los compromisos interligas, independientemente de dónde se jueguen. Los rósters de los equipos se ampliaron y ahora mismo tienen sesenta jugadores en un banco, en donde tendrán la posibilidad de escoger jugadores, en el evento en que hayan lesiones, o jugadores se enfermen, de allí pueden llamar los reemplazos.

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Al no tener Ligas Menores, los equipos van a estar realizando actividades, primero con el equipo A, el que va a estar en la competencia. El otro equipo, el equipo alterno o satélite, va a estar entrenando en la casa donde funciona el equipo AAA. Van a estar trabajando para cuando se presenten sustituciones o remplazos de jugadores, estén muy cercas y los puedan llevar.

Habrá una escuadra de taxi: una cantidad de jugadores, que son solamente tres, que acompañarán a los equipos cuando les toque viajar. En esos tres jugadores, obligatoriamente debe ir un receptor. Los equipos determinarán si llevan un pitcher o un jugador de campo, o dos jugadores de campo. Eso lo determinará cada mánager.

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Es una temporada bastante extraña. El otro aspecto es el del favoritismo que tengan los equipos. Creo que por ser una temporada de sesenta juegos, es probable que algún equipo tenga un buen arranque que le permita clasificar para la postemporada, que se va a jugar con el mismo formato que conocemos hace varios años: clasifican los ganadores de cada división, y los dos del wild card. Al final tendremos series divisionales y la Serie Mundial.

Otros aspectos tienen que ver con la misma esencia del béisbol. No vamos a tener las famosas reuniones que se hacen en el homeplate antes de comenzar un juego. Los árbitros no van a tener reuniones con los mánagers: el mánager desde su oficina imprime un line up y se lo envía al árbitro principal de compromiso. Tampoco se va a permitir que los coaches de primera y tercera, se acerquen a los jugadores para entregarle señas.

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No se podrán hacer celebraciones: cuando un pelotero conecte un jonrón, no podrá saludarse con el coach cuando pase por tercera, ni cuando llegue a home lo podrán recibir para saludarlo. Habrá un distanciamiento bastante considerable. Los jugadores no van a estar donde habitualmente los vemos en los bancos, sino que se habilitará unas sillas en las graderías para que los peloteros estén separados al menos dos metros uno del otro.

Hay muchas cosas que serán distintas esta temporada. Ahora, hay diferencias entre el béisbol con el fútbol, el baloncesto y otros deportes. Primero: el béisbol apenas va a comenzar, no va a ser una reanudación como las ligas de Europa, sino que es un experimento que va a partir de cero. Y segundo, se hicieron ajustes en las nóminas para que sean más amplias y no haya excusa, si más de cinco peloteros dan positivo para COVID, puedan seguir jugando.

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Muchos jugadores han dicho que no van a participar de la temporada, no sabemos si es por no estar de acuerdo con las políticas de la MLB, o por compartir los acuerdos del sindicato de los jugadores, o lo hacen por cuidarse: han argumentado que hay problemas de salud en su familia, que quieren mantener la tranquilidad en sus hogares, y en algunos casos hay jugadores que conviven con familiares de alto riesgo. Pero hasta el momento son solo siete peloteros que han dicho que no van a jugar.

Los jugadores que han dado positivo se van a mantener alejados del resto de compañeros, y una vez arrojen negativo en el monitoreo, podrán vincularse a los equipos. Son estos los aspectos más importantes de esta temporada de Grandes Ligas, que sin duda será sin precedentes por estas características.

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