Por Luis Fernando Anaya, con el apoyo de Valeria García.
Hernán Darío «El Arriero» Herrera (63 años, nacido en Angelópolis, Antioquia) es el técnico más recordado en la historia de Real Cartagena, y el más ganador. Dos ascensos (1999 y 2004), un subtítulo de la primera división (2005-II), el haberse sentado en el banquillo heroico en tres ocasiones, y el cariño de los hinchas hacia él, lo certifican.
De la mano de Herrera, se forjó la campaña más brillante en la historia del equipo cartagenero, que lo llevó a disputar el título del fútbol profesional colombiano. Quince años después, Herrera recuerda esos momentos en PrimerTiempo.CO. La conformación del equipo, las claves, los momentos difíciles, sus cábalas, y las razones por las cuáles Real Cartagena se quedó a un paso de la gloria.
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¿Qué significa Real Cartagena para usted?
«Es un sentimiento grande. Lo que hice en Cartagena es inolvidable. Quedar en la memoria de los cartageneros y con una institución que me dio mucho, y nosotros también como cuerpo técnico darle mucho a esta institución, es inolvidable».
¿Cuál es el mayor recuerdo de esta histórica campaña?
«Hay muchos recuerdos con el Real. Conformamos un cuerpo técnico muy bueno, un grupo de trabajo excelente, unos jugadores y un equipo muy unido. Eso fue lo que nos llevó a conquistar lo que logramos con Real. Todos los recuerdos son muy buenos».
¿Cuál fue la clave para que este Real Cartagena hiciera historia?
«La unión lo fue todo. La unión del periodismo, de la hinchada, de los directivos, de los jugadores, todo el staff directivo del Real que fue muy bueno, para lograr todo lo que se logró: sin esa unión no se hubiera conseguido nada».
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¿Cómo se conformó ese equipo?
«Nosotros como vimos que el rendimiento del equipo el año anterior fue muy bueno, siendo campeones de la B. Al subir a la primera división, solamente reforzamos con algunos jugadores, pero la nómina completa se mantuvo. Había un entendimiento muy bueno con el cuerpo técnico y los directivos, se pidieron unos refuerzos y llegaron unos tres o cuatro. No cambiamos casi esa nómina que venía jugando, y llegaron jugadores importantes como Galarcio, Jamerson Rentería, llegó gente muy buena para el Real Cartagena».
¿Cómo fue la llegada del goleador, de Jamerson Rentería? ¿Usted lo pidió?
«Sí, yo lo pedí, le vi las condiciones que como 9 él podía tener, y justamente fue el goleador de nosotros. Un jugador muy determinante en ese rendimiento del Real. Creo que acertamos en traer a Rentería para reforzar al equipo».
En el trámite del campeonato, con los buenos resultados, ¿ustedes pensaron que iban a llegar a donde llegaron?
«Con base en el trabajo, disciplina y sacrificio vimos que, avanzado el torneo, podíamos disputar cosas grandes. Nosotros éramos muy fuertes de local, de visitante robábamos puntos, nos parábamos bien. Lo más importante fue lo que se hizo de local, con la ayuda de la afición, del periodismo, de todos. De local éramos un equipo que daba miedo. A los equipos contrarios le daba miedo ir a Cartagena, y todo fue a punta de trabajo y sacrificio que se logró».
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¿Cuál fue el momento más difícil de esa campaña?
«Cuando disputamos la final y se lesionó el arquero de nosotros, Didier Muñoz, tuvimos ese inconveniente, y luego nos expulsaron a Manuel Galarcio, que también fue una baja importante para tratar de ganar el partido. Pero hubo muy pocos malos momentos, todo fue muy bueno, con pocos inconvenientes para resaltar».
¿Cómo fue ese día en que se clasificó a la final goleando 4-0 a Santa Fe? ¿Cómo se vivió ese partido?
«Ese fue un partido muy trabajado entre semana. Mentalizamos a los jugadores, con un Santa Fe que venía de la altura y debíamos aprovechar bastante bien la localía. Desde el inicio hicimos una presión alta, y por eso logramos esos cuatro goles, porque se encontró un equipo muy aguerrido con una disposición muy buena para llegar a la final. Y lo logramos con mérito».
El paso a la final se definió con un penal en el último minuto, ¿cómo fue ese instante?
«Fue un momento muy duro. Nosotros queríamos ser campeones para hacer historia, para quedar como héroes en el fútbol colombiano. Fue una tensión muy grande cuando Luis Omar iba a cobrar, era un penal muy importante para el futuro de nosotros, y gracias a Dios, Valencia cobró con mucha personalidad, cobró muy bien y llegamos a la final».
¿Por qué se perdió la final ante el Deportivo Cali?
«Nos encontramos con un equipo con mucho recorrido, mucha trayectoria, ante el que intentamos hacer las cosas bien pero no nos alcanzó. Cali fue superior en Cartagena, allí perdimos el título porque no esperábamos que hiciera ese partido en nuestra localía. Ya después fuimos a jugar en Cali, donde ellos no fueron tan superiores como lo fueron en Cartagena. Nosotros jugamos dos partidos muy buenos. Cali no fue tan superior tan superior en el juego hacia nosotros, sino que fue parejo. Pero a la hora de llegar al arco y tener las opciones de gol, ellos las concretaron, y nosotros no pudimos hacerlo».
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Dicen que usted tiene muchas cábalas, ¿cuáles fueron las cábalas en esa campaña?
«Tenía muchas. Allá en el estadio había un altar que mandamos a hacer con el grupo, teníamos mucha fe en esa Virgen que había allí. Además teníamos la cábala de ir con los jugadores antes de los partidos al kiosko de Margarita. Además, mucha gente alrededor que cuando uno se las cruzaba, ganaba, y desde allí siempre intentábamos verlas. Teníamos muchas cábalas que dieron resultado. Nunca me iba a los entrenamientos en el bus de los muchachos, siempre iba con Eugenio Baena en su carro, charlando, esa era otra cábala».
¿La dirigencia fue fundamental para ese logro?
«El papel de esa dirigencia fue importantísimo. Sin ellos no hubiéramos llegado hasta allí. Había una comunicación muy buena con Hernán Vélez, Dumek Turbay, Augusto Pinedo. Hubo un compañerismo, una amistad que nos llevó hasta allá. Gracias a Dios, con los directivos no hubo ningún problema, solamente agradecimientos y gratitud por la ayuda para llegar a donde llegamos».
¿Qué le dice usted a la gente de Cartagena?
«Yo siempre he estado muy contento y he tenido mucho cariño por la hinchada. El otro día leí que Carrascal el muchacho de River Plate hizo parte de la Rebelión, esa barra que nosotros ayudamos a conformar en Cartagena, y me sentí muy orgulloso. A Real Cartagena lo llevo en el corazón, a Cartagena la llevo en el alma. Fue una institución que me dio muchas alegrías, una ciudad que me acogió siempre con cariño».
¿Volvería a dirigir al equipo?
«Hay mucha gente que quiere que uno vuelva, pero se manejan otras cosas, otros proyectos. Ellos tienen que pensar que es lo que pretenden con el Real Cartagena de acá en adelante. Pero siempre estará el sentimiento de querer volver a Real».