Hace 30 años, Unión Magdalena fue el equipo de los cartageneros

Columnista Invitado
17 min de lectura
Foto: Archivo - El Universal.

JOHN CAPELLA – ESPECIAL PARA PRIMERTIEMPO.CO

El año 1971 fue muy especial para el balompié cartagenero. En enero de ese año el Atlético Bucaramanga llegó a la ciudad con el aval de la Dimayor y tomó el nombre de Real Cartagena, iniciando la primera etapa futbolística para nuestra ciudad, periodo que fue bastante efímero.

Pasaron 20 años de gran abandono para el estadio Pedro de Heredia y en el segundo semestre del año 1991, arribó la alegría del fútbol al ‘Corralito de piedra’ de la mano o mejor, en los pies de un puñado de jugadores que conformaban el equipo Unión Magdalena, que ante las paupérrimas taquillas que se recogían en el estadio Eduardo Santos de Santa Marta, motivados por el abandono de sus hinchas, decidieron pedir «asilo» en diferentes ciudades del país.

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Enhorabuena recibieron el espaldarazo de la administración de Nicolás Curi, alcalde mayor de Cartagena para esas calendas, y de un grupo de empresarios cartageneros que vieron en el desamparo del equipo samario la oportunidad propicia para traer un espectáculo diferente y novedoso para la ciudad heroica que en esos tiempos vivía la efervescencia del béisbol y del boxeo, deportes que mandaban la parada en el gusto de los aficionados locales.

El primer partido disputado en Cartagena por parte del equipo samario estuvo precedido de mucha expectativa. Se jugó el 7 de agosto de 1991. El rival, el encopetado Millonarios de la capital de la Republica, equipo de los caros afectos de muchos aficionados al fútbol en nuestra ciudad, ya que en sus filas habían militado en a os anteriores Jaime Morón León, máximo estandarte del fútbol bolivarense, y Adolfo Téllez, un defensa de Magangué que salió de una escuela que Los Millonarios instaló en nuestra ciudad en los años 80.

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Eduardo Dávila Armenta, los directivos del equipo y las autoridades distritales habían tenido en los días previos a la llegada del equipo a Cartagena un verdadero «cabezazo» que contribuyó a crear mayor sentido de pertenencia por el equipo. Decidieron «rebautizar» el club con el particular nombre de «Unión Lotería La Cartagenera», ya que sería patrocinado en su mayor parte por una lotería creada por el Congreso de La República mediante la Ley 89 de 1989 especial para el Distrito Turístico y Cultural de Cartagena de Indias, que era una especie de Sorteo Extraordinario que jugaba dos veces en el año y cuyo producido debía utilizarse para la Salud y el saneamiento de la ciudad.

Los hinchas se treparon a la corona de la Plaza de Toros para no perderse el debut ante Millonarios. Foto: Archivo – El Universal.

Esa lotería se proyectó por un periodo de diez años, pero desapareció prontamente y muchos de los dineros recaudados tomaron otros rumbos como suele ocurrir con muchas de las cosas de esta ciudad heroica, pero eso es otra historia.

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El caso es que el nombre le gustó a la afición que a partir del bautizo decidió abreviar el nombre quedando en consecuencia el equipo con el apelativo de «UNIÓN LA CARTAGENERA» mote con el cual sería llamado durante toda su permanencia en nuestra ciudad.

El equipo arribó un 6 de agosto y fue recibido en la entrada del hotel por múltiple fanáticos que coreaban el nombre del visitante a todo pulmón haciéndolo sentir en su casa.

El feliz retorno del balompié al destartalado estadio Pedro de Heredia, se dio en el marco del llamado torneo finalización y ocurrió un miércoles 7 de agosto de 1991 a las 2:30 de la tarde, media hora antes de que se disputara el resto de la fecha del fútbol profesional colombiano. La razón: en el estadio no existía alumbrado artificial y se hacía necesario iniciar a esa hora para que el juego terminara en un horario en el cual hubiese «luz natural» y pudiera verse rodar el balón.

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El equipo «cartagenero» dirigido por el argentino Daniel Silguero, formó en aquella ocasión de la siguiente manera: En el arco, Jorge Rayo Tenorio, la defensa estaba conformada por Flaminio Rivas, Roberto Granados, Asprilla, Jairo Ampudia y Álvaro Aponte; en el medio campo el argentino Marcelo Ibáñez, Omar Pérez y Guillermo «Efectividad» Serrano; en el frente de ataque Héctor Ramón «Rambo» Sossa y Tedy Orozco.

Millonarios alineó en ese histórico juego a Oscar Córdoba, García, Cuesta, Conde y Galeano; Díaz, Coll, Ramoa y Sachi Escobar; Abonía y Galeano.

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El lleno fue impresionante. Unas 15 mil personas se apretujaron en las graderías de sombra y otras 5 mil se calcula que se ubicaron como pudieron en los montículos que en ese momento hacían las veces de las gradas de sol, otras dos mil personas arriesgaron su vida montándose en la corona de la Plaza de Toros.

El sobrecupo fue evidente y gracias a Dios no se presentaron disturbios ya que cientos de fanáticos se quedaron con la boleta en la mano, la gente se acomodó como pudo en los lugares altos y muchos tuvieron que irse para sus casas sin poder ver el encuentro y con un mal sabor de boca debido a la pésima organización y al mal manejo dado por las autoridades y el cuerpo de policías que desde esas épocas han demostrado su ineptitud en el manejo del ingreso de los aficionados.

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No faltaron los sapos y los colados, no faltaron tampoco los «faranduleros» que sólo van a esos espectáculos para darse su pantallazo. En fin, hubo de todo en un partido que no fue «la maravilla china» y cuyo resultado fue un empate 1-1 con anotaciones de Álvaro Aponte, al minuto 35 por parte del equipo «de casa» luego de concretar un tiro penal por falta que se le cometería en el área al escurridizo Tedy Orozco. El gol de la paridad fue obra de Santiago «Sachy» Escobar que capitalizó de golpe de cabeza un centro de León.

Héctor «Rambo» Sossa, argentino, ídolo y goleador del Unión La Cartagenera. Foto: Archivo – El Universal.

La llegada del Unión La Cartagenera fue un suceso y dio para todo. Los que eran narradores y comentaristas de béisbol se convirtieron como por arte de magia en «profundos» conocedores del fútbol. Radio Vigía de Todelar dio una verdadera estocada que se reflejó en sintonía al presentar en su grupo al gran Sergio Ramírez García «El Mundialista», para mi gusto el mejor narrador del fútbol que ha tenido este país, y quien vino a convertir su narración en una especie de oasis.

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Su narración inundó de fútbol las tribunas del Pedro de Heredia y era un deleite escuchar el inimitable «¡Se metiooo, Golazoooo! ¡Gooool de Unión La Cartagenera, Gooool de Rambo Sossa! ¡Camisa 9… Camisa 9, Rambo Sossa!» cuando el argentino anotaba un gol.

En fin, el primer partido fue una apoteosis total. Posteriormente vendría el primer «clásico costeño» de esta nueva etapa: Junior claudicaría 2-1, Oscar Alberto Denis y Jairo Ampudia, anotaría para el local, y sobre el final del partido Ivan René Iván Valenciano, convertiría el descuento.

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Luego vendría un itinerario triunfal del Unión La Cartagenera en el gramado del Pedro de Heredia que se convertiría en su fortín, por allí caerían derrotados el América de Cali, que perdió 2-0 en un lleno hasta las banderas para ver al campeón del fútbol colombiano que llevaría toda su tropilla para claudicar ante el poderío goleador de Héctor Ramón Sosa y su corte. En ese partido el «Rambo» argentino anotó las dos dianas.

Posteriormente, Unión La Cartagenera derrotó 2-0 a Atlético Bucaramanga, los goles como cosa rara, fueron obra de Héctor Ramón Sosa, que ya para ese momento era el ídolo de la afición cartagenera.

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Los nombres de los argentinos Marcelo Ibáñez y Carlos Alberto Dennis y los nacionales Guillermo Serrano, Flaminio Rivas, Tedy Orozco, Jairo Ampudia, Eugenes Cuadrado, Roberto Granados y Álvaro Aponte ya empezaban a hacerse familiares para los contentos hinchas que no cambiaban por nada.

Y la seguidilla de victorias continuaba. Cúcuta Deportivo caería 2-1 con goles de Leonardo Huertas y Tedy Orozco, por la visita descontaría James Rodríguez. Pereira caería 2-0 en el carnaval de derrotas de los equipos visitantes, para llegar al partido esperado con Atlético Nacional, juego este donde la gente se enloqueció y el sobrecupo alcanzó casi los 20 mil espectadores obligando a las autoridades a establecer restricciones para evitar riesgos de desastres.

Así se vivió el empate 1-1 ante Atlético Nacional. Foto: Archivo – El Universal.

El partido quedó 1-1. Los goles fueron convertidos por Rubén Darío Hernández por parte de los verdes de la montaña que en esa oportunidad jugó totalmente, vestido de blanco y que contaba en sus filas con una promisoria figura llamado Faustino Asprilla. El gol del Unión fue obra de Guillermo «efectividad» Serrano.

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Para el juego ante Deportes Tolima se establecería como aforo el de 17.000 espectadores, prácticamente el aforo que tiene hoy el remozado Jaime Morón León, no sabemos cómo se acomodaban y mucho menos como hicieron Nicolás Curí y sus colaboradores para determinar que en sombra podían asistir 9 mil espectadores y en los promontorios de sol 8 mil, el caso es que se timbraron 17 mil entradas y el papel se agotó en menos de lo que canta un gallo. Los goles del Unión fueron convertidos por Ronald Valderrama, Tedy Orozco y el infaltable Héctor Ramón Sossa Petersen. El gol del Tolima lo haría Jeremías Ibarguen.

El Deportivo Cali también sería víctima del sorprendente Unión La Cartagenera que marchaba invicto en su cálido reducto, 2-0 sería el marcador de ese partido y los goles serían anotados por Flaminio Rivas y el Rambo Sossa.

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Llegaría a la ciudad el Deportivo Independiente Medellín que contaba entre sus unidades al rubio Carlos Valderrama, el partido quedó igualado 0-0 pero la gente se fue contenta porque pudo observar al talentoso samario enfrentando al equipo de su tierra que ahora era el equipo de «nuestra tierra».

Posteriormente vendría el equipo Once Phillips con el que se igualaría 1-1, el gol del Unión fue anotado por Omar Pérez. Luego llegaría un vibrante partido entre Santa Fe y el cuadro Unión La Cartagenera: el partido quedó igualado 3-3, y esta seguidilla de empates puso a tambalear al equipo que, aunque marchaba invicto, estaba dejando escapar valiosas unidades que al final le harían mucha falta para poder ingresar al grupo de los ocho finalistas del rentado colombiano.

Vendría entonces la primera y única derrota, ante Deportes Quindío 1-2, y luego el equipo Unión La Cartagenera conseguiría una abultada victoria 5-1 ante el Sporting de Barranquilla. Los goles del equipo que defendía los colores de la ciudad heroica serían anotados por Ronald Valderrama, Dennis, Sossa y Leonardo Huertas, que en una tarde inspirada convertiría dos anotaciones. El gol de la honrilla barranquillera lo haría Hernando Mercado, quien posteriormente jugaría para el Real Cartagena.

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Aunque la campaña en general fue buena, no le alcanzó para clasificar y al final quedaría ubicado en el lugar noveno de la reclasificación con 42 puntos muchos de los cuales fueron conseguidos en el gramado del Pedro de Heredia y gracias al apoyo de la naciente hinchada.

El equipo tuvo una inyección económica importante ya que se recaudaron excelentes taquillas. Los jugadores del Unión vivían y entrenaban en Santa Marta y disputaban los partidos en la ciudad de Cartagena.

Wilson Tapia, el hincha de la bomba exterminadora. Foto: Archivo – El Universal.

Con Unión La Cartagenera vimos por primera vez en el estadio a un particular hincha, Wilson Tapias, el hombre portador de la singular «Bomba Exterminadora de rivales contrarios» que hoy se ha convertido en una insignia del Real Cartagena.

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La experiencia fue importante y mostró a una afición ávida de fútbol, eso motivó que otros equipos presentaran su propuesta para ser acogidos por la ciudad amurallada. Uno de esos fue el Sporting de Barranquilla, que ofreció la venta de la ficha que lo hacía miembro de la División Mayor del Fútbol Colombiano. El Unión Magdalena por su parte, ofrecía en arriendo el equipo por un término de dos años.

El alcalde Nicolás Curí, los empresarios y asesores de la época se inclinaron por la opción de Sporting como la más favorable a la afición cartagenera y fue así como en el año 1992 el equipo Sporting de Barranquilla participaría en el rentado colombiano con el nombre de Real Cartagena.

*Publicado originalmente el 24 de julio de 2011 en el Blog de Real Cartagena en El Tiempo.

** John Capella es abogado, hincha de Real Cartagena, y el pionero de los bloggers en Cartagena. 

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