Que los grandes deportistas tienen grandes riquezas no es ninguna sorpresa. Todos estamos acostumbrados a escuchar las enormes sumas que se paga por fichajes en equipos de fútbol, las ganancias de los mejores boxeadores o las primas publicitarias que ingresan unos y otros. Por supuesto solo los mejores pueden llegar a este nivel pero, los que llegan, lo hacen a lo grande y lo exponen con gran excentricidad en la mayoría de los casos. Sigue leyendo para conocer algunas de las extravagancias más llamativas del mundo del deporte.
Algunos deportistas excéntricos:
- Dennis Rodman, paz y polémica. Considerado uno de los deportistas más destacados de la NBA, ese defensor incansable se retiró hace tiempo pero su figura ha seguido manteniendo la relevancia por otros motivos. Cambios en el color del pelo, multitud de piercings o tatuajes interminables son solo pequeños detalles si consideramos el día en que presentó su propia biografía vestido de novia. Amigo muy cercano de Kim Jong Un, Rodman quiso obtener el Nobel del la paz por su esfuerzo de acercamiento entre el régimen de Corea del Norte y el gobierno de Estados Unidos.
- Floyd Mayweather. Invicto y estrafalario. El boxeador americano más destacado de la actualidad se ha convertido en una figura prácticamente impenetrable. Esto le ha dado una fortuna incontable que invierte a su particular modo. En sus redes sociales no se corta a la hora de publicar fotos en las que él mismo aparece casi inundado en billetes o joyas. Desde luego, su impresionante colección de coches o la mansión en la que vive no son sino los caprichos de uno de los deportistas más ricos del panorama mundial. Aficionado a las apuestas, Mayweather llegó a jugarse una cantidad nada desdeñable de 8 millones de dólares en un partido de Miami contra Indianápolis, la suerte le acompañó y lo premió con la ganancia de 11 millones que, para él, son solo unas monedas.
- De Ron Artest a Metta World Peace. Jugador de la NBA y personaje de personalidad curiosa. El antiguamente conocido como Ron Artest se convirtió en protagonista de una de las peleas más profusas del baloncesto cuando se saltó las gradas para golpear a algunos aficionados. Los excesos le habían pasado factura y decidió dejar todo a un lado tras este vergonzoso incidente. Así es como Ron Artest pasó a llamarse Metta World Peace.
La excentricidad y el dinero
Connor McGregor, Mike Tyson, Vinnie Jones o Paul Gascoigne son solo algunos ejemplos más de cómo el dinero y la fama pueden tornar una reputación de forma definitiva. No sabemos si estos deportistas cuentan con algún tipo de personalidad determinada que los lleva a comportarse de forma excéntrica o que los excesos derivados de no saber cómo administrar tales sumas de dinero se convierten en sus peores enemigos. Lo cierto es que las extravagancias se repiten de forma continuada en las más elevadas élites del deporte y es un comportamiento que no parece llegar a su fin en un futuro cercano.
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