En los último días se ha hecho público un descontento de escuelas de fútbol de la ciudad y padres de familia por la imposibilidad de usar las canchas del Templo del Fútbol Menor Alameda La Victoria. A pesar que estas canchas fueron inauguradas en diciembre pasado, la comunidad se pregunta por qué en la nueva administración departamental, en cabeza de Vicente Blel, se tomó la decisión de no permitir más el ingreso de los usuarios.
PrimerTiempo.CO consultó con Glenn Graciano, representante legal del contratista de la obra, el Consorcio Templo del Fútbol 2018, quien aseguró que «ya la obra está al 100%, faltaban unos detalles cuando se inauguró que fuimos subsanando satisfactoriamente y estamos en disposición de hacer la entrega oficial del lugar, pero es la gobernación de Bolívar la que se niega a recibirnos el lugar».
Según Graciano, después de la apertura se presentaron daños menores en baños y otras zonas del lugar, «la gobernación insiste en que nosotros arreglemos esos daños, lo que constituye un detrimento en nuestras finanzas porque al abrir el lugar, la misma gobernación debió mantenerlo bien. Ya nosotros hicimos lo que nos correspondía, es una lástima la falta de cultura ciudadana que es la que provoca estos daños, pero nosotros como contratistas no tenemos por qué hacernos cargo», añadió.
Desde la gobernación de Bolívar sostienen por el contrario, que el contratista no ha terminado en su totalidad la obra y por lo tanto no se puede recibir. Según fuentes en Iderbol consultadas por PrimerTiempo.CO, a Graciano le corresponde, entre otras cosas, dejar el escenario adecuadamente conectado a una red eléctrica con autorización de Electricaribe, tema que aseguran en la gobernación no se ha solucionado.
Rodolfo Viana, dirigente deportivo del club Juventud Caribe, pidió una concertación cuanto antes y criticó a ambas partes. «Desde la gobernación no existe voluntad para recibir el escenario, legalmente si hace falta algo, ellos pueden hacer un recibo parcial y permitir que los miles de niños que hoy no tienen dónde jugar puedan hacerlo, pero eso parece que no les interesa», señaló.
Viana también consideró elevado el monto invertido en la obra, en relación a todos los problemas que aparentemente tiene. «Este contratista firmó por 7.600 millones de pesos, a este contrato se le hizo una adenda de 2.000 millones de pesos más y sumado al costo de la interventoría estamos hablando de 10.000 millones de pesos que hoy están inutilizados, usted pasa por ahí y no se ve un solo trabajador arreglando lo que falta», añadió.
En el plantón estuvieron además representantes del Instituto Distrital de Deportes de Cartagena, IDER, que aunque no tienen nada que ver en la obra, manifestaron su buena voluntad para ayudar a solucionar la problemática cuanto antes. ¿Quién tiene la razón? Por lo pronto, en el escenario solo permanecen unas aseadoras y dos vigilantes, pagados por el contratista.
El Consorcio Templo del Fútbol 2018 está conformado por las empresas «Construcciones, movimientos, asesorías y alquileres SAS», «CMAA SAS», «Ingelet SAS» y la persona natural Carlos Manuel Vergara Bravo. Los últimos dos con el 20% de participación en el consorcio y las dos empresas con el 30% cada una.
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